El trabajo es para vivir
Después de muchos años de lucha del Movimiento Obrero, el derecho a la salud laboral sigue siendo una asignatura pendiente.
Ana Moreno Soriano
Sábado, 26 de abril 2025, 23:35
De la serie de tapices que pintó Goya en la década de los ochenta del siglo XVIII y que podemos ver en el Museo del ... Prado, hay uno que siempre me ha emocionado especialmente: «El albañil herido», un trabajador, sin duda, de los muchos que hicieron de Madrid una ciudad más moderna y hermosa en tiempos de Carlos III. Sé que en todos los monumentos magníficos que seguimos admirando después de siglos, hay muchas personas anónimas que arrastraron piedras, tomaron medidas, mezclaron agua y arena, levantaron tabiques de ladrillos, enlosaron, pulieron el mármol y pusieron, en definitiva, su sello de profesionalidad y su buen hacer; personas a las que un mal día un accidente laboral les quitó la vida o las dejó a merced de un futuro tan amenazador como las nubes que aparecen en el cuadro del pintor aragonés. Ya sé que las trabajadoras y los trabajadores reciben mucho menos de lo que dan en su jornada laboral, porque la extracción de plusvalía es la razón de ser del sistema capitalista, pero a esto se añade, además, la falta de medidas de seguridad en el trabajo y la presión insoportable que sufren en muchos casos y que tiene consecuencias graves para su salud.
Desde hace veintitrés años, la Organización Internacional del Trabajo y el movimiento sindical se dan cita, cada veintiocho de abril, para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y tratan de promover la prevención de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales en todo el mundo. Según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en España hubo el pasado año tres mil doscientos treinta y seis accidentes laborales al día, setecientos noventa y seis accidentes mortales al año que, en la frialdad de las estadísticas, arroja más de dos muertes diarias; en la provincia de Jaén, se produjeron cinco mil setecientos sesenta y tres accidentes laborales, diecinueve con resultado de muerte, uno de ellos en Linares. Ésa es la cifra de la siniestralidad laboral en nuestro país, porque, después de muchos años de lucha del Movimiento Obrero, el derecho a la salud laboral sigue siendo una asignatura pendiente, dado que invertir en mejores condiciones de seguridad en el trabajo es detraer parte de los beneficios que el capital quiere acumular.
Por todo esto, es necesario conocer esta realidad y comprometernos para luchar por erradicarla. En nuestra comunidad autónoma existe la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) -con presencia en Córdoba, Jaén, Sevilla, Málaga, Granada y Cádiz- que trabaja, fundamentalmente, en cuatro líneas de actuación: concienciar a la sociedad andaluza, ser interlocución y representación ante las administraciones del colectivo de víctimas, prestación de servicios y acompañamiento y solidaridad con las víctimas y sus familias. En el pleno del Ayuntamiento de Linares del pasado veintiuno de abril, el representante de esta asociación, Sebastián Fernández Martínez, dio lectura a una Declaración Institucional para exponer la situación y comprometer a la administración local en el reconocimiento de las personas víctimas de accidentes laborales, en el cumplimiento de la seguridad en el trabajo y en el apoyo de las iniciativas ciudadanas contra la siniestralidad laboral, con un seguimiento periódico de estos acuerdos.
La inmensa mayoría de las personas que habitamos la Tierra somos, en palabras de Jorge Manrique, «los que viven por sus manos»; trabajamos, claro está, pero exigimos un trabajo con derechos, con todas las garantías de salud. Además del minuto de silencio en el Pleno, mañana, veintiocho de abril, estarán iluminadas de rojo la fachada del Ayuntamiento y de otros edificios de Linares, como reconocimiento desde la solidaridad y exigencia desde la justicia. Porque el trabajo es para vivir, y para vivir dignamente.
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