¡Escribid, compañeras!
El lema de este año es muy significativo: un reconocimiento a las autoras que hace 50 años, en la Transición política, hablaban en sus libros de las luchas, de las contradicciones y de las esperanzas de las mujeres.
Ana Moreno Soriano
Domingo, 12 de octubre 2025, 12:25
Mañana se conmemora el Día de las Escritoras, una iniciativa que la Biblioteca Nacional puso en marcha en dos mil dieciséis y que tiene como ... fecha el lunes más cercano al quince de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús. Sin duda, las mujeres –tanto lectoras como escritoras- celebramos este día porque es una forma de reconocer y hacer justicia a quienes, a lo largo de la Historia, tanto han luchado por tomar la palabra y la pluma, a quienes han sido ignoradas y olvidadas y a quienes siguen encontrando obstáculos, más o menos sutiles, también en el mundo de las letras.
Anna Caballé es la comisaria de esta décima celebración del Día de las Escritoras en la Biblioteca Nacional; una buena elección, sin duda, porque conoce bien la aportación que han hecho las mujeres a lo largo de la Historia: es profesora de Literatura en la Universidad de Barcelona, escritora y crítica literaria y cuenta, entre otras obras, con una tan significativa como La vida escrita por las mujeres, en cuatro volúmenes que abarcan desde la Edad Media al siglo XX.
El lema de este año también es muy significativo: «1975: ¡Escribid, compañeras!», un reconocimiento a las autoras que hace cincuenta años, en la Transición política, hablaban en sus libros de las luchas, de las contradicciones y de las esperanzas de las mujeres; de las escritoras que nos ofrecieron libros que pasaban de mano en mano, con los que aprendimos, tomamos conciencia y nos ayudaron a luchar por nuestra libertad y por nuestros derechos.
Naturalmente, conocíamos poetas y novelistas de épocas anteriores, desde la misma Teresa de Ávila y Sor Juana Inés de la Cruz a Rosa Chacel y Carmen Conde; desde Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro a Mercé Rodoreda y Elena Quiroga, pasando por Carmen Laforet, Ana María Matute, Josefina Aldecoa o Carmen Martín Gaite, por citar algunas; pero las novelas de Monserrat Roig, Rosa Montero, Soledad Puértolas o Carme Riera, publicadas en los años setenta del siglo pasado, fueron, sin duda, un descubrimiento que sigue marcando la relación con la literatura de muchas mujeres de mi generación, cincuenta años después.
Sin embargo, aún me parece más importante el lema, si le quitamos la fecha y, además de la referencia al año mil novecientos setenta y cinco, sirve como una invitación/exhortación para cualquier año: «¡Escribid, mujeres!». Sí, debemos escribir, porque detrás de cada escrito está la memoria de quienes lo hacían a escondidas y eran juzgadas o menospreciadas por querer dar forma con sus versos a lo que veían y sentían; porque detrás de cada texto está la voluntad de crear el mundo desde nuestra conciencia, con nuestra fortaleza y nuestra ternura, con nuestra esperanza y nuestros recuerdos. Y también leer, porque necesitamos muchas lecturas que quiten de nuestros ojos –como diría Virginia Wolf- el velo de la ignorancia y la alienación y nos ayuden a ver el mundo con más claridad, para juzgar y actuar.
Afortunadamente, comparto con muchas mujeres el amor por los libros en lecturas, debates, opiniones y textos compartidos y estoy convencida de que todas, lectoras y escritoras, somos conscientes del largo camino que hemos debido recorrer para dejar de ser objetos y ser sujetos con cuerpo y vida de mujer, que intervenimos en el espacio público, entramos a la biblioteca y vamos a la universidad, viajamos y buscamos el calor de la casa, cuidamos y amamos, luchamos y soñamos.
Y también para ser sujetos literarios, protagonistas de nuestras historias, contradictorias y asertivas, con una mirada en la memoria y otra en el futuro. De todo eso hablan los libros que leemos y los libros que escribimos y por eso creo que el Día de las Escritoras es un buen momento para decir que vamos a seguir tomando la palabra, porque queremos y porque es nuestro derecho. Felicidades, amigas.
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