¿Dónde estás, Israel?

Mi generación ha crecido leyendo libros como La noche, de Elie Wiesel, El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, y tantos otros sobre el Holocausto. Del mismo modo, nos han acompañado películas inolvidables como La ladrona de libros, The Reader (El lector), El pianista o La vida es bella, de Roberto Benigni. Y, por supuesto, La lista de Schindler, de Spielberg.

Si los judíos que sobrevivieron al Holocausto —y sus descendientes— quisieron contarle al mundo lo que vivieron para recuperar la dignidad que se les arrebató de forma tan cruel (en este punto no sé ni qué adjetivo usar: ¿bestial, salvaje, inhumana?), desde luego que lo consiguieron. Nadie ha cuestionado nunca que aquello fue una barbarie que jamás debió ocurrir. El ejercicio de memoria y reparación que llevó a cabo Europa —y en especial Alemania— fue absolutamente necesario y, en gran medida, sincero. En las últimas décadas, Israel se ha convertido en una potencia tecnológica. Tuve la oportunidad de conocer algunas de sus universidades y comprobar la innovación que se desarrollaba en ellas. Realmente era excelente.

Un reconocimiento internacional construido sobre la dignidad de sus antepasados y sobre el esfuerzo de un pueblo que supo ganarse el respeto que la historia le debía.

Por eso ahora me pregunto: ¿Dónde está Israel? ¿Dónde están los israelíes? ¿Dónde están todos esos jóvenes que conocí en la Universidad de Tel Aviv? ¿Dónde están todos esos autores admirables que nos contaron su historia? ¿Por qué callan hoy ante el horror del genocidio al que estamos asistiendo en Gaza? El gueto de Gaza… ¿No ven que lo están perdiendo todo?

Todo el esfuerzo de sus antepasados por el reconocimiento internacional de su pueblo como un pueblo digno está siendo dilapidado por sus descendientes. Cualquiera sabe que un solo hombre no puede llevar a cabo esta matanza: necesita cómplices, colaboradores, y un pueblo que lo respalde.

¿Dónde estás, Israel, que no te oímos? Es cierto que el resto del mundo tampoco ha reaccionado con la oposición y la contundencia esperables. Pero solo vosotros podéis parar esta locura. Y como en La lista de Schindler, cada vida cuenta. Cada día cuenta. Sé que ha habido voces críticas y que no todos los judíos sois sionistas, pero Israel es vuestro Estado y formalmente es un Estado democrático. ¿cómo permitís lo que está ocurriendo?

Vuestros antepasados no se merecen que se arrastre el nombre del pueblo judío de esta forma.

Queremos pensar, que la mayoría de los habitantes de Israel no compartís las acciones inhumanas que se están cometiendo en Gaza. Es el momento de que democráticamente, pero con firmeza se lo hagáis saber a Netanyahu.