Pensaba yo, esta semana, en la cantidad de expertos y analistas políticos-sociológicos que nos intentan vender su mercancía averiada de pronósticos y certezas, cuando ... uno de los principios más básico de toda ciencia social es el principio de incertidumbre. Es decir, en matemáticas, dos más dos siempre son cuatro; en politología, a veces son 4, a veces 3 y otras 87. Conveniente recordar esto por aquello de la credibilidad pública, de apostar por aquellos que intenten decirnos la verdad. Solo desde este primer paso tan sencillo como complejo sería posible aquello que llevan años vendiéndonos y que lo llamaban «regeneración». El problema es que aquella prometida regeneración terminó con Pablo Iglesias regalando puestos a sus mujeres y amigas, con Pedro Trump mintiendo a más velocidad que la luz, con la promesa de Macarena fuera de Vox y con Rajoy de vuelta en el PP. Porque cuando el sanchismo podemita pase, será lo único que quede en el horizonte: Mariano Feijóo hablándonos del catalanismo constitucionalista y el bilingüismo cordial. De lo que pueda hacer con la economía devastada de los españoles no creo que sea peor que la subida de impuestos decretada por Montoro, aquel que deseaba que se hundiese España para levantarla él.
Es cierto que por el momento a Núñez Rayjóo no se le ha ocurrido ir a la radio pública del golpismo catalán a confesar que estuvo en contra de la actuación de la policía durante el referéndum y que prefiere que vuelva la senyera a las calles de Barcelona antes que ver la española. Dudo que llegue a ese extremo suicida de Casado, pero su política sobre Cataluña y la cohesión lingüística de este país es exactamente la misma que la de Mariano: de rodillas ante el 'catalanismo con seny' y mirando hacia otro lado con la lengua en la enseñanza. Pero si creemos que dejando a un lado este tema tan cancerígeno para la derecha centrista y cordial, que es el pantano de porquería instalado permanentemente en Cataluña, encontraremos alguna idea o algún proyecto que suponga una enmienda, aunque sea parcial, a ese burka ideológico que pretende imponernos la izquierda con su basura ideológica de clara naturaleza totalitaria, el propio Alberto Mariano lo dejó claro no hace mucho: cualquier convención o congreso que haga el PP no será sobre idea, pensamiento o ideología. Posiblemente será sobre cómo repartirse el poder, o cómo alcanzarlo, ya que siguen pensando que en España se necesitan buenos gestores económicos tecnócratas y que, lo demás, son pasatiempos de pensadoras cojoneras como Cayetana Álvarez de Toledo, o de partidos fracasados como Ciudadanos, cuando en su día sí tuvieron un ligero amago de empezar una guerra ideológica con visión liberal, o como le llamase Albert Rivera.
España es una nación en claro declive por muchos motivos, pero uno de los principales es la falta de coraje de sus políticos y cómo ante atropellos evidentes a los derechos fundamentales de los españoles, los que se atreven se quedan solos pidiendo limosnas. Pedir de rodillas que se cumpla la sentencia del 25% de las clases en español en los colegios catalanes es una humillación sin paliativos que demuestra la debilidad del estado de derecho constitucional en todo el territorio. Lo necesario sería un candidato que prometiese el 100% de las clases en español en cualquier rincón del país, presentando para aquellos que quieran estudiar en otras lenguas regionales una alternativa voluntaria. No hay nada más arcaico que la promoción de las lenguas, cuando se tiene una que además de ser universal nos igualaría a todos como ciudadanos. Repito que es falso aquello de la 'riqueza lingüística', porque en este país se usan las lenguas regionales- las naturales o las inventadas- como clara arma política para dividir y una vía muy lucrosa para el chiringuito-negocio. Rayjoó gobernará sobre las cenizas porque no habrá nadie más, pero no porque sea el líder que España necesita.
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