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Preparativos en la víspera del Día de Todos los Santos en el cementerio de San Fernando de Jaén. A. C.

Inexorable destino

Vamos a los cementerios, para recordar a nuestros finados y para recordarnos a nosotros mismos que la muerte de aquellos es la muerte de nuestro pasado

Alfredo Ybarra

Jaén

Miércoles, 1 de noviembre 2023, 00:36

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Cada día la vida sale a nuestro encuentro y nos sorprende con instantes vibrantes y espléndidos. Pero también la sombra de la muerte vaga por ... las calles tañendo su esquila y recitando su profética salmodia, que nos negamos a comprender, mientras susurra que para ella no hay puerta cerrada ni casa fuerte, como reza el refrán. Seguramente a muchos, como a mí ahora, nos asaltan taciturnos pensamientos cuando hoy y mañana veneramos a los difuntos, conmemoración que va acompañada de diversas tradiciones y ritos, religiosos y laicos. Como un resorte, es percibir que llega noviembre y los versos, y estrofas de las Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique, se me plantan delante como un pellizco que recuerda hacia dónde inexorablemente tendemos. Mientras, también asaltan el aire de esta tarde en la que escribo (por ayer) los relatos más populares de nuestra literatura que destilan fantasmagorías en torno a estos días.

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