Borrar
Donde Agitan las Palabras

Falseadas hipérboles

Desorbitar lo que se expresa, enfangar lo razonable, puede tener efectos totalmente contrarios al objetivo deseado.

Alfredo Ybarra

Martes, 9 de julio 2024, 22:34

Comenta

Es una figura retórica que en nuestra vida cotidiana usamos habitualmente para enfatizar, exagerando alguna circunstancia, relato o noticia: «¡Hace mil años que no te ... veo!», «me sentí la persona más miserable de la tierra», «estás que te subes por las paredes». La hipérbole es una herramienta poderosa en la escritura creativa, la poesía y el discurso persuasivo, dando vida al relato, añadiendo emoción y acentuando rasgos clave. Se utiliza para impresionar a quienes nos escuchan o nos leen, pero también puede ser una trampa cuando la exageración es desmesurada. La palabra proviene del griego, donde significaba «lanzar por encima» o «tirar más allá», de donde se crea el sentido de «exceder» o «exagerar» describiendo la sensación de sobrealcanzar o llegar más allá de lo que sea necesario para describir un sentimiento, una experiencia o una respuesta. Un ejemplo de hipérbole en nuestra literatura lo encontramos en la Elegía, de Miguel Hernández: «No hay extensión más grande que mi herida». Y otro lo vemos en los versos de la Égloga I de Garcilaso: «Con mi llorar las piedras enternecen/ su natural dureza y la quebrantan... »

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Falseadas hipérboles

Falseadas hipérboles