El Alcalde independiente
El patio de los neones ·
Fernando Fedriani
Martes, 12 de noviembre 2019, 02:03
Granada es la ciudad de mayor tamaño de las que están lideradas por Ciudadanos. Con ningún otro núcleo poblacional se puede ejemplificar mejor lo que ... supuso el ascenso de la formación de Albert Rivera. Por tanto, una potencial caída de la formación naranja tiene una significatividad específica para nuestra ciudad. Porque de los acuerdos de Ciudadanos y del Partido Popular a nivel galáctico, vente tú a saber en pago a qué, resultó el consistorio nazarí del modo en el que está. Para cuándo, no lo sé. Hasta cuándo, no lo sé. Pero fue por otra cosa. Quizá por las investiduras de Madrid, dicen algunos. Quizá para lograr otros posteriores acuerdos. Pero parece casi probado que los acuerdos se firmaron mucho más lejos de la Plaza del Carmen.
Ahora Ciudadanos ha caído y eso supone también un enorme revulsivo para nuestro gobierno local. Porque puede ocurrir que los diez diputados hayan deparado que se disuelva prácticamente la ejecutiva que negoció los acuerdos que nos competen aquí. Además, gobernar sin una marca fuerte detrás supone un desafío mayor. Sin equipo ningún corredor gana el Tour de Francia. Gobernar una ciudad del tamaño de Granada con varios millones menos de votantes resulta mucho más complejo. Porque es una textura, una tesitura, porque muchos son los engranajes que facilitan (o que dificultan) la gestión diaria de ciertas concejalías.
La pérdida de presencia institucional del centro democrático me parece una mala noticia. Pero también para la ciudad la dimisión de Albert Rivera y el debilitamiento de la formación que da sustento a nuestro alcalde genera dudas. Porque entre ser un alcalde de un partido independiente o serlo de Ciudadanos, no hay hoy tanta diferencia. Porque tenemos que preguntarnos si fue la maquinaria (y la marca) la que catapultó a Salvador hasta la vara de mando o si fue su liderazgo político y personal. Porque si fue netamente lo primero, vienen tiempos complicados.
En caso de no tener la marca de Ciudadanos, ¿hubiese ganado? Y si la pregunta se responde con un no, ¿qué será de él ahora que esa marca se ha depreciado, casi precipitado? Y bien, sí, es cierto que la reelección queda lejana, puede ser. Pero también puede ser que ahora mismo, después de lo de ayer, quede todavía más lejana.
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