Decía el escritor George Bernard Shaw que las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de la historia. Albert Camus, por ... su parte, elevó esta queja años después afirmando que la enfermedad es el tirano más temible. El tiempo les ha dado la razón. Basta con recapitular los dos últimos años vividos bajo la tiranía de la covid y la poca influencia de los gobiernos a la hora de combatir esta enfermedad.
Hurgando en la historia encontramos que las enfermedades también tienen sus modas. El final del siglo XX se marchitó dejando en su vitrina achaques tan novedosos como el estrés o el sedentarismo, que no conocieron nuestros abuelos porque estaban demasiado ocupados con la posguerra.
El siglo XXI, en cambio, es un especialista en nuevas gripes, ya sean de origen animal o de origen humano animal. Que tengo, que tengo de 'tó': tengo gambas, tengo chopitos, tengo croquetas, tengo jamón... y también tengo un gripazo del copón.
¿Recuerdas cuando las autoridades sanitarias de los países del Lejano Oriente decidieron pasar por la silla eléctrica a un sinfín de aves por la amenaza de una pandemia de gripe aviar? Millones de pollos durmieron el sueños de los justos sin ni siquiera haber podido donar sus muslos a la humanidad.
Pasada la moda de la gripe aviar, la de las vacas locas, la de la peste porcina, la cuestión es: ¿cuándo pasará por fin la moda covid? ¿Cuál será la próxima enfermedad de moda, y dónde desfilará? ¿En la pasarela viruela, tal vez?
Si hay que quitarse animales de encima, ¿por qué no comenzar por la contaminada especie humana? Si es por infecciones masivas, observe las bacterias de decadencia que flotan en el aire durante un botellón o métase en un bus de la Rober en pleno verano, cuando los sobacos en flor.
Cada día nos parecemos más al malogrado Michael Jackson, con mascarilla hasta las cejas y evitando el contacto con los demás. Pero hasta Michael pasó de moda, así que voy a salir a la calle a respirar profundamente, como con ansia, y de paso me tomo un vinillo y un 'cachico' de jamón en cualquier tasca, por lo que tendré una entre un cuatrillón de posibilidades de pillar la gripe porcina. O sea, las mismas que tengo de ser premiado en la lotería.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión