Marlaska cree que la denuncia contra Begoña Gómez debería acabar en archivo
Sostiene que está basada en publicaciones periodísticas sin contenido «incriminatorio» y sustentada en «bulos y falsedades», y se adhiere a la petición de la Fiscalía de archivarla
Seis años lleva Fernando Grande-Marlaska como ministro del Interior y nunca hasta ahora se había pronunciado de un modo tan tajante sobre una resolución ... judicial de uno de sus excompañeros. Y lo ha hecho este viernes en una rueda de prensa en la Dirección General de Tráfico -donde anunció un plan de choque contra la siniestralidad en las carreteras- para subrayar que la decisión del juez Juan Carlos Peinado de abrir diligencias contra Begoña Gómez por un presunto delito de tráfico de influencias «adolece de ningún contenido incriminatorio» y está «sustentada en bulos y falsedades», por lo que cree que debería haber sido archivada.
El ex magistrado de la Audiencia Nacional expresó su «defensa a ultranza» de la separación de poderes, pero en este caso se mostró de acuerdo con la Fiscalía, que ha reclamado el archivo de la denuncia. El ministro dijo que la querella se basa únicamente en publicaciones periodísticas, que incluso el denunciante, el pseudosindicato Manos Limpias, no descarta que sean informaciones falsas, «lo que ya es el colmo», criticó el ministro.
Marlaska dijo que con esta denuncia el «daño reputacional» a la mujer del presidente y al propio presidente «ya está hecho», y sacó a la palestra un caso personal, el de su marido, de quien, en su momento se publicó que tenía cuentas millonarias en paraísos fiscales, lo que era «falso». Vino a decir el ministro que si se hubiera puesto una denuncia contra su esposo y se hubiera admitido a trámite, el daño reputacional, que ya estaba hecho con las informaciones en prensa, habría sido aún mucho mayor, como ha ocurrido con Begoña Gómez.
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Con todo, expresó su defensa «a ultranza» de la separación de poderes y del poder judicial y mostró su reconocimiento al trabajo de los cerca de los 5.500 jueces y juezas de este país, colectivo al que él ha pertenecido durante 30 años antes de abrazar la política y convertirse en ministro.
Preguntado por la postura que cree que adoptará el lunes Pedro Sánchez sobre si seguirá o no al frente del Gobierno, el titular de Interior se limitó a aseverar que el presidente tomará la decisión «más adecuada para el interés general del país», si bien mostró su respeto «máximo» por la misma. A su juicio, la carta a la ciudadanía de Sánchez en la que anuncia un tiempo de reflexión ante el «atropello» a su mujer, «ha puesto la alarma» en las «líneas rojas» que está cruzando la política española.
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