Maduro acusa de «terrorismo» a los dos españoles detenidos pero no aporta pruebas
Niega que Basoa y Martínez estuvieran haciendo turismo en Venezuela, mientras el chavismo afirma que el CNI «depende» de la CIA
La situación de los dos españoles detenidos en Venezuela y acusados de perpetrar un complot contra el régimen chavista se complica mientras la diplomacia española ... sigue sin conocer la situación real de ambos. En una de sus alocuciones televisivas, Nicolás Maduro imputó verbalmente este martes, sin aportar ninguna prueba, un delito de «terrorismo» a José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, los dos jóvenes bilbaínos que Caracas vincula a un plan de la CIA para asesinar a dirigentes políticos venezolanos, y volvió a asegurar que son agentes «encubiertos» del Centro Nacional de Inteligencia español (CNI). Un hecho que el Gobierno de Pedro Sánchez volvió a negar tajantemente.
Desoyendo la postura oficial de España y también las de los familiares de ambos, que defienden que se encontraban en Venezuela como simples turistas, Maduro se permitió incluso bromear con los cargos que se imputan a ambos jóvenes alegando que en «su tiempo libre ponen bombas». «Es un nuevo tipo de turismo, turismo de aventura. Vienen a poner bombas y matar gente aquí. Turismo explosivo», ironizó durante su intervención en el programa 'Con Maduro+'.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español, a través de su embajada en Caracas, teme por la situación en la que puedan encontrarse Basoa y Martínez. Hasta ahora han intentado sin éxito ponerse en contacto con ambos para conocer su situación y saber de primera mano cuáles eran los cargos de los que se les acusaba. Maduro sí desveló este martes por televisión que «los capturados están convictos y confesos» y que las «pruebas» mostradas no son «ni el diez por ciento de la plena prueba que ya está en manos de los órganos de justicia» e «involucran a los turistas pacíficos» de «varias» nacionalidades europeas «que venían a poner bombas y a matar».
El mandatario chavista también criticó que «los medios hegemónicos de la derecha española» han tratado de «victimizar a los asesinos, a los terroristas, a los victimarios». «Ahora resulta que eran unos buenos muchachos, turistas que estaban paseando y que fueron capturados por la dictadura venezolana y fueron desaparecidos», zanjó.
Acusación a la ministra Robles
Durante la emisión, una más de las que la televisión venezolana dedica a la figura de Maduro, el invitado especial era el ministro del Interior, Diosdado Cabello, máximo responsable de la operación que acabó con la detención de los dos españoles junto a otros tres ciudadanos estadounidenses y uno checo. El dirigente chavista, cuya hermana, Glenna Cabello, está al frente del consulado venezolano en Bilbao, sembró la idea de que el CNI es «un ente totalmente autónomo del Gobierno español» –pese a estar adscrito al Ministerio de Defensa– y también señaló que «depende de la CIA», realizando «operaciones en el mundo entero cumpliendo las instrucciones» de Washington.
Cabello tampoco dejó pasar la ocasión para criticar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que recientemente se refirió al Gobierno de Maduro como una «dictadura», lo que provocó una reciente crisis diplomática. «Robles atacó a Venezuela y decidió enfilar batería. Ella sabía lo que había», zanjó.
La Asamblea venezolana sigue adelante con su propuesta de romper relaciones
La comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela presentó este martes ante la Cámara una propuesta de resolución para instar al Gobierno de Nicolás Maduro a «evaluar» la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con España. El documento, leído por el diputado Roy Daza, rechaza «categóricamente» en un primer punto «la nefasta resolución promovida por la derecha fascista del Congreso de los Diputados de España»
También exhorta al Ejecutivo de Pedro Sánchez a «respetar las decisiones del pueblo venezolano, que eligió soberanamente al ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela». En un segundo punto, insta al Gobierno venezolano a «evaluar en un tiempo perentorio la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Reino de España como acción recíproca por la grosera e injerencista proposición adoptada por el Congreso» español.
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