Junts agrava su órdago y avisa a Sánchez de que está llegando «la hora del cambio»

Los más acuciantes, señalan en Junts, son la oficialidad del catalán en la Unión Europea –bloqueado por países como Alemania pese al empeño del Gobierno español– o la aplicación de la ley de amnistía para Carles Puigdemont –pendiente aún del Tribunal Constitucional y de la justicia europea–. «La gente está harta, hasta las narices de todo. Luego dirán que viene la derecha y que es nuestra culpa», lanzó, airada, la diputada catalana, en alusión a un eventual triunfo del PP y Vox en las próximas generales.

Desde la vuelta del verano, cuando ya se hizo evidente el bloqueo de la legislatura después de que Podemos tumbara, junto a populares y voxistas, el traspaso de competencias en materia de inmigración a Cataluña, en Junts ya no niegan tajantemente su apoyo a apoyar una posible moción de censura de Alberto Núñez Feijóo, como sí hacían hace menos de un año. Fuentes de los independentistas descartaban esa posibilidad hace apenas unos meses, admitiendo que lo que sí podía hacer el partido era «levantar los brazos», dejar de avalar las políticas de Sánchez y empujarlo a a una eventual cita con las urnas.

Pero a la vuelta del estío los posconvergentes observan cómo los asuntos pendientes que venían trabando el entendimiento se han marchitado. Hace meses que Junts amenaza con la ruptura. Primero amagó con una cuestión de confianza. Luego la retiró. Ahora avisa con tomar «este otoño» una decisión sobre el futuro de la legislatura. Nogueras volvió a advertir de que su partido se prepara para «tomar decisiones» en relación al pacto entre Sánchez y Puigdemont. «Si el PSOE no cambia, tendremos que cambiar nosotros», reiteró,

Junts reclama a los socialistas que, de entrada, desbloqueen las iniciativas legales propuestas por los nacionalistas en el Congreso para el combate contra la multirreincidencia y las ocupaciones delincuenciales. Con ello, Junts pone el foco en los asuntos que refuerzan su perfil más conservador, ante el auge de la extrema derecha de Aliança Catalana.

En lo económico, la propuesta de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de reducir la jornada laboral o el aumento de la cuota de autónomos que tenía pensado llevar al Consejo de Ministros la titular de Seguridad Social, Elma Sáiz, han acabado por desbaratar los resquicios de entendimiento que aún existían –interlocución mediante del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en sus visitas a Puigdemont en Bruselas y Suiza– entre ambas partes.

Nogueras, que además de diputada es copropietaria de una empresa textil en Cataluña dedicada a las hilaturas, mostró especialmente su enfado por la gestión económica del Gobierno. «Ya no le sirve envolverse con la bandera Palestina y ahora lo hace con la del cambio horario, y no se habla de lo que realmente hace perder el sueño a muchas personas», lamentó. Y ahí no acabó su repertorio. En un duro intercambio, recriminó a Sánchez que se usen los impuestos para pagar «rescates a las estrellitas de la flotilla» o a «financiar partidos políticos», en referencia a los casos de corrupción que atenazan al PSOE.

En La Moncloa restan trascendencia a las advertencias de Míriam Nogueras y las reducen a un «juego de palabras». Aseguran que en ningún caso habrá una moción de censura: «Lo ha dicho muchas veces». Pero la propia diputada avisa que «habrá novedades» en los próximos días, aunque sin llegar a asegurar que su formación vaya a «votar no a todo» a partir de ahora.

En el PP se limitan a esperar, porque esta misma advertencia ha sido lanzada en muchas ocasiones por Junts sin llegar a nada. «Si de verdad quieren el cambio, que llamen y reemplazamos esta etapa», avisan desde el entorno de Feijóo.