El excomisionado de la dana, envuelto en la crisis de los currículos, sale del hospital tras ser ingresado por un intento de suicidio

Al parecer, fue un vecino que paseaba por la zona quien ha dado la voz de alarma tras la conducta del exdirigente socialista que fue visto en las proximidades del camposanto. Allí fue reconocido por este hombre, que se percató de que algo extraño estaba sucediendo. El testigo fue el que abrió el automóvil del ex secretario autonómico a quien conocía del municipio. La víctima ha sido alcalde del municipio durante dos décadas.

Los bomberos no han tardado en desplazarse al lugar, pero no a la vivienda, como se informó en un primer momento. En concreto, lo hicieron una dotación de efectivos y un sargento, junto al resto de servicios de emergencia. El aviso se recibió a las 08.48 horas, según confirmaron desde el propio Consorcio. De igual modo, precisaron que no realizaron ningún rescate ni ningún acceso a vivienda.

De inmediato, el ex alcalde de l'Eliana fue trasladado al Hospital de Llíria donde fue ingresado. No llegó a perder el conocimiento, según las fuentes consultadas.

De inmediato, el que fuera alcalde de l'Eliana durante más de 20 años ha sido trasladado al Hospital de Llíria donde ha quedado ingresado. No llegó a perder el conocimiento, según ha adelantado 'Las Provincias'. Desde el PSPV explicaron que, en un primer momento, su estado era grave. Su evolución ha sido positiva y por la tarde ha recibido el alta hospitalaria.

Ángel vive en una zona residencial del municipio. Se trata de una calle poco concurrida, plagada de chalés. Los vecinos, lógicamente, se han visto sorprendidos por el suceso. Algunos comentaron que llevaban varios días sin ver al matrimonio. Pero no resulta extraño. Las informaciones periodísticas críticas hacia su actuación se han repetido en los últimos días.

José María Ángel está casado con Carmen Ninet, subdirectora del MuVim y exsíndica del PSPV. La mujer sufrió una fuerte crisis a las puertas de la residencia tras conocer lo ocurrido, según trasladaron algunos residentes de la zona. También ella está viviendo momento complicados. Al parecer, ocupa una plaza en el museo donde es requisito disponer de una titulación universitaria. El plazo para presentar documentación terminaba precisamente este viernes.

El caso de supuesto fraude se destapó a raíz de un informe de la Agencia Antifraude que situó al excomisionado de la dana como un impostor. Al parecer, falsificó un título universitario para conseguir su plaza de funcionario en la Diputación. Este requisito no era necesario para el primer puesto al que concurrió en la corporación, pero sí imprescindible para la segunda de las responsabilidades.

La falta de explicaciones acerca de ese documento -la fecha del título era posterior a que se dejara de impartir la carrera- le obligó a dimitir. El PSPV también le retiró la presidencia del partido. Desde entonces se había refugiado en un discreto segundo plano sin apariciones en prensa a la espera del avance de los acontecimientos. La Fiscalía, de hecho, mantiene abiertas unas diligencias para aclarar todo este enredo y de qué forma ese título le permitió obtener mayores ingresos.

La noticia ha conmocionado la política nacional. En especial, a la izquierda con declaraciones que hablan incluso de «cacería». El matrimonio ha desarrollado toda su carrera política bajo el paraguas del PSPV. La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Diana Morant, ha sido una de las voces más firmes en condenar lo ocurrido. En redes sociales, manifestó estar «en estado de shock y rota de dolor», trasladando su «cariño y afecto» tanto a Ángel como a su familia. Posteriormente, en una entrevista en TVE, ha vinculado directamente lo sucedido al «acoso» que habría sufrido el excomisionado en las últimas semanas.

Morant ha pedido abrir un debate urgente sobre la deshumanización en la política: «¿Es normal deshumanizar tanto a las personas? Estas cacerías inhumanas causan un dolor que puede tener consecuencias muy dramáticas», ha sentenciado. En un videocomunicado posterior, ha reiterado su «profunda tristeza» y ha calificado lo sucedido como un «linchamiento público».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha sumado inmediatamente al respaldo en redes sociales: «Todo mi cariño y apoyo a José María Ángel y a su familia en estos difíciles momentos».

Desde la estructura del partido, la secretaria de organización del PSOE, Rebeca Torró, ha subrayado los «muchos años» compartidos con Ángel y definió su trayectoria como una etapa dedicada «al servicio público». La socialista ha finalizado su texto con un mensaje en valenciano refiriéndose directamente a Ángel: «Estem amb tu, amic, hui i sempre». El portavoz de los socialistas en Les Corts, José Muñoz, ha ido más allá al pedir una reflexión colectiva: «El día que aprendamos a diferenciar la crítica política del escarnio personal y familiar, tal vez estas cosas no pasarán más». El expresident de la Generalitat y antecesor de Morant en el liderazgo del PSPV, Ximo Puig, ha expresado su «shock, tristeza e indignación» por la noticia. Ha alertado sobre los riesgos de la «deshumanización de la política» y se ha preguntado «¿quién querrá entrar en política?» en estas condiciones. Puig, como los otros dirigentes socialistas, ha resaltado la figura de Ángel como servidor público íntegro, y le deseó fuerza para su recuperación, recordando que cuenta con el apoyo de su esposa Carmen, su familia y «el libro de su vida».

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha emitido un mensaje especialmente contundente a través de la red X. A su juicio, la reflexión llega demasiado tarde: «No fue suficiente… parece que ya nunca lo es».

El actual gobierno valenciano, presidido por Carlos Mazón, también ha lanzado un comunicado institucional deseando la «pronta recuperación» de Ángel y agradeciendo la actuación de los servicios sanitarios y de bomberos que intervinieron con rapidez. Desde el Consell han evitado subrayar el contexto que ha rodeado los hechos, optando por un tono institucional de respeto.

Desde el gobierno central, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha acompañado las muestras de apoyo dejando un mensaje en las redes para el excomisionado: «Todo mi cariño y ánimo para él y para toda su familia». Uno de los mensajes más contundentes lo ha firmado el alcalde de Cullera y portavoz socialista, Jordi Mayor, quien ha hablado de «cacerías humanas» y ha denunciado una campaña de «linchamiento repugnante» contra una figura que, según ha dicho, ha sido ejemplo de «ética, honradez y servicio público». En su mensaje por la red social X, ha advertido que quienes impulsaron esa campaña cargarán con el recuerdo de su infamia.

El caso de José María Ángel reabre el debate sobre los límites de la crítica política, la presión mediática y el impacto personal que todo ello puede tener sobre quienes ejercen cargos públicos. Mientras la familia del excomisionado agradece el respeto a su privacidad en estos momentos, la clase política se ve obligada a confrontar las consecuencias humanas de su propia dinámica.