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Encierra a su novia y la amenaza con convertirla en "la segunda Marta del Castillo"

Encierra a su novia y la amenaza con convertirla en "la segunda Marta del Castillo"

La mujer ha renunciado a emprender acciones legales y civiles contra su agresor para no perjudicarle porque cree que «tiene bastante con lo que tiene»

agencias

Viernes, 13 de octubre 2017, 10:32

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La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman diez años y cinco meses de cárcel para un hombre que presuntamente retuvo a su novia encerrada en un piso de San Sebastián durante 20 horas y la amenazó con convertirla en «la segunda Marta del Castillo».

El juicio por estos hechos se celebró este pasado miércoles en la Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa, si bien el final de la sesión ha tenido que ser aplazada hasta el próximo mes de noviembre ante la incomparecencia de dos testigos.

Al inicio de la vista, el abogado de la acusación particular, que representaba a la víctima, ha anunciado que su cliente renunciaba a las acciones legales y civiles que pudieran corresponderle por lo sucedido.

El inculpado habría dirigido a su víctima amenazas como: «te voy a matar si me denuncias» y «voy a ir a casa de tus padres a pegarles a ellos y a tus hermanos»

Una circunstancia que la propia mujer ha certificado más tarde, cuando ha sido llamada a declarar como testigo, momento en el que se ha acogido a su derecho a no testificar para no «perjudicar» a su excompañero sentimental, quien se encuentra en prisión provisional por estos hechos, y del que ha dicho que ya cree que «tiene bastante con lo que tiene».

Según la tesis del Ministerio Público, este hombre habría ejercido «violencia de carácter físico y psíquico» sobre la perjudicada «en forma de gritos, insultos, lanzamiento de objetos al suelo, celos, rotura de enseres y mobiliario doméstico, y el control de sus relaciones», además de revisarle el móvil y mostrar «desconfianza» hacia ella.

En este contexto, el inculpado habría dirigido a su víctima amenazas como: «te voy a matar si me denuncias» y «voy a ir a casa de tus padres a pegarles a ellos y a tus hermanos», entre otras expresiones, además de propinarle tortazos y empujones, al tiempo que en una oportunidad presuntamente le colocó un cuchillo en el cuello y la amenazó con cortarle la yugular, así como los dedos «uno a uno» con una guillotina para puros que tenía.

La insultó, golpeó el mobiliario, le quitó las llaves de la vivienda y cerró la puerta con llave, le dijo que no iba a salir del domicilio, bajo las persianas y le rompió el móvil «para que no pudiera comunicarse con nadie»

La acusación de la Fiscalía se refiere también a unos hechos ocurridos el 27 de enero de 2017, cuando supuestamente el imputado comenzó a ponerse «agresivo» con su pareja, la insultó, golpeó el mobiliario, le quitó las llaves de la vivienda y cerró la puerta con llave, le dijo que no iba a salir del domicilio, bajo las persianas y le rompió el móvil «para que no pudiera comunicarse con nadie».

De esta manera, presuntamente retuvo en la vivienda a la chica durante unas veinte horas en una situación de reclusión «indeseada», a lo largo de la cual la maltrató cuando se acercaba a las ventanas, la vejó, la amenazó con dar fuego a su ropa, la ordenó que se sentara en la alfombra «como una perra» y le prohibió que se sentara en el sofá o se tumbara en la cama.

La vejó, la amenazó con dar fuego a su ropa, la ordenó que se sentara en la alfombra «como una perra» y le prohibió que se sentara en el sofá o se tumbara en la cama

En un momento dado, el hombre habría advertido a la chica de que la mataría si lo denunciaba, le enrolló un pañuelo en el cuello y apretó hasta cortarle la respiración mientras le decía que iba a ser «la segunda Marta del Castillo».

«Estoy secuestrada»

Finalmente, la víctima fue «liberada de su encierro» por una dotación de la Policía Municipal que acudió al lugar alertada por una viandante que escuchó los gritos de auxilio de la perjudicada desde la ventana de uno de los balcones del domicilio.

Durante la sesión del juicio, el imputado, quien ha reconocido ser consumidor habitual de drogas, ha explicado que, aunque la víctima y el tenían relaciones y convivían no eran una «pareja formal», ha rechazado haberla amenazado a ella o a su familia, ha negado haberla controlado y ha explicado que podía entrar y salir de la casa libremente porque tenía llaves.

Ha dicho también que ella estaba «dolida» porque quería tener una relación seria que él evitaba. Ha admitido no obstante haber mantenido dos discusiones con ella los días 27 y 28 de enero, en la segunda de las cuales se puso «muy nervioso», lo que le llevó a romper un armario.

Ha dicho también que ella estaba «dolida» porque quería tener una relación seria que él evitaba

Ha admitido también haber roto el móvil de la mujer porque ella le rompió antes el suyo, así como que le golpeó sin querer cuando intentó retirarle un palo con el que ella habría intentado agredirlo previamente.

Asimismo, ha negado haberla retenido contra su voluntad y ha explicado que algunas de las lesiones que presentaba la chica podrían deberse a que la retiró de la ventana, cuando se puso a gritar, al tiempo que le pedía que no escandalizara a los vecinos.

En la vista han declarado varios agentes de la Policía Municipal que acudieron al domicilio, quienes vieron a la mujer en «pleno ataque de ansiedad», sangrando por la nariz y con un folio en el que en letras grandes había escrito: «Estoy secuestrada».

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