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Casado se coloca la mascarilla durante el debate de la moción de censura de Vox. EFE

Casado mantiene el misterio sobre el voto del PP

García Egea tilda de «tomadura de pelo» la moción «inútil y falsaria» de Vox que solo «refuerza» al Gobierno de Sánchez

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Miércoles, 21 de octubre 2020, 21:13

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Habrá que esperar a que el presidente del PP, Pablo_Casado, suba este jueves a la tribuna de oradores del Congreso para conocer qué botón apretarán los 89 diputados populares, si el de la abstención, como hicieron los socialistas en la moción de censura fallida que Pablo Iglesias presentó contra Mariano Rajoy en 2017 o, por el contrario, el del no, como reclaman numerosas voces en el partido. El líder de la oposición ha rechazado desvelar antes de tiempo sus cartas, una muestra de la incomodidad que le supone esta moción en la que teme ser la víctima de una pinza entre Pedro Sánchez y Santiago Abascal.

Desde que Vox anunciase el pasado julio su intención de desbancar al socialista del Gobierno, el PP desdeñó la maniobra por inoportuna y avisó de que no participaría en «la misión de salvar al soldado Sánchez». En las filas conservadoras existe la convicción de que la censura es una operación diseñada para arrinconarles y un salvavidas, dudan si voluntario o involuntario, para el jefe del Ejecutivo ante su contestada gestión de la crisis del coronavirus. «Cuando la desastrosa gestión de Sánchez se dispara, Vox le regala un magnífico burladero para esconderse, con una moción inútil, falsaria e inoportuna», lamentó ayer el secretario general Teodoro García Egea.

El número dos de los populares insistió en que su partido «no va a apoyar la moción de censura de Vox» que solo refuerza al presidente del Gobierno y que tildó de «tomadura de pelo» y «espectáculo circense». García Egea mantuvo el halo de secretismo y evitó confirmar si con sus palabras preparaba el terreno para el 'no'. «Esta moción –se limitó a decir– es el único éxito de Sánchez en dos años».

Sin voto de conciencia

Aunque es minoritaria, hay una corriente interna en la formación que encabeza Cayetana Álvarez de Toledo que aboga por la abstención. En un vídeo publicado en Youtube, la exportavoz parlamentaria reconoce que la moción de Vox es «puro oportunismo político», pero subraya que lo importante es que las decisiones tengan motivos y en este caso hay muchos. «A veces –remarcó la diputada por Barcelona– no se gana numéricamente, pero sí en autoridad política y moral».

Casado advirtió este lunes que los estatutos no permiten el voto de conciencia en este caso y que el grupo parlamentario al completo deberá votar lo que decida la dirección. Según el reglamento interno de los populares, el voto en conciencia está permitido para aquellas propuestas que no formando parte del programa electoral y «afecten exclusivamente a cuestiones éticas o morales que pongan en cuestión sus convicciones más profundas», como por ejemplo, el aborto. El pasado junio, el diputado Adolfo Suárez Illana ejerció este derecho al posicionarse en contra de una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a retirar medallas a represores franquistas como 'Billy el Niño' frente a la abstención del resto de la bancada popular.

Pese a que en la dirección del PP evitan aún revelar si será Casado quien defienda la posición del partido para no dar pie a reacciones anticipadas desde las filas de Vox o de la izquierda, nadie duda a estas alturas que así será. La portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, indicó el martes en TVE que ante estos debates «siempre ha sido el presidente» el que ha llevado las riendas, pese a que unas horas después se desdecía y jugaba al despiste. «En política –señalaba– nada es definitivo».

Arrimadas comparte las críticas pero votará 'no'

Aunque su intención ya era de sobra conocida, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, confirmó que rechazará la moción de censura de Santiago Abascal argumentando que «la indignación y el cabreo no son un proyecto político», como describió la estrategia de Vox. Pese a ello, durante el debate parlamentario en el Congreso, la líder de los liberales confesó que comparte gran parte del diagnóstico realizado por el candidato de Vox, pero dejando claro en todo momento que sus proyectos y sus ideas de España y de Europa no tienen nada que ver.

Arrimadas dio la razón a Abascal en sus críticas a la gestión que ha hecho el Gobierno de la pandemia y en que España necesita «un liderazgo y un proyecto que vuelva a unir a los españoles». «Pero ni usted es ese líder, ni Vox es ese proyecto», sentenció. Después le reprochó que haya tildado de «traidores» a Ciudadanos por no apoyar su moción. «Si son malos españoles los que votan a partidos que apoyan al Gobierno y los que estamos en la oposición somos unos traidores y los únicos españoles son ustedes, entonces ¿qué España les queda? No les va a quedar ni don Pelayo», ironizó.

En su primera moción de censura como presidenta de Ciudadanos, Arrimadas calificó el relato de Vox de «trasnochado» y con el que «mucha gente empatiza». «Es lo que necesitan para que todas las barbaridades se tapen, para que todas las alianzas se justifiquen –afirmó en referencia al pacto entre PSOE_y Unidas Podemos–. La alternativa de este Gobierno no es el discurso del señor Abascal», zanjó.

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