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Un rencor cosido a tiros

Por venganza y sin arrepentimiento. Montserrat González y su hija Triana urdieron durante meses el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación y del PP de León. En la cárcel se han comportado como auténticas arpías con sus desplantes, falta de higiene y excentricidades

antonio corbillón

Lunes, 18 de enero 2016, 02:33

Montserrat González y su hija Triana Martínez tejen alfombras en la cárcel mientras esperan que un furgón policial las traslade a la Audiencia de León ... para responder por el asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP en la provincia, Isabel Carrasco. Llevan más de año y medio en la prisión de Villahierro, en Mansilla de las Mulas, donde se sienten «como en casa». Tal vez porque solo tardaron seis semanas en compartir módulo y unos meses más en vivir en la misma celda. Ahora pasan las horas en el módulo número 10. Cuando llega la noche, acaba el último recuento y se apagan las luces, Triana, de 36 años, desliza el colchón superior de la litera hasta el suelo para dormir lo más cerca posible de su «mamá», como la llama siempre. Pero ha llegado el momento de que respondan ante la Justicia por el asesinato de Isabel Carrasco aquel 12 de mayo de 2014 cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga. El juicio empieza mañana. «Tan solo he hecho justicia. La mala hierba hay que cortarla», declaró entonces Montserrat, que pegó tres tiros a la líder popular por hacer la vida imposible a su hija, una ingeniera también afiliada al PP.

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