Viajar a cuerpo de rey sobre raíles

Subir a estos vagones, auténtico material histórico ferroviario, hace que el viajero «desee que se pare el tiempo para disfrutar de las sensaciones del tren», a bordo de unos convoyes que por sus servicios son «cruceros sobre raíles», según explica el director gerente de Renfe y responsable de Trenes Turísticos, Javier Díaz Trisac. Cada uno de estos trenes es un auténtico hotel de cinco estrellas en movimiento, que por la noche paran en una estación para que el viajero pueda descansar en la máxima tranquilidad. A bordo se realiza el desayuno y por la noche está abierto el vagón pub, con actuaciones en vivo. Cuentan con sala de lectura, Internet y cabe la posibilidad de habilitar una sala de reuniones.

Durante el viaje, con todo incluido, se efectúan paradas para realizar visitas y acudir a restaurantes o museos, siempre en autobuses de lujo, acompañados de un guía. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, La Rioja y Aragón serán surcados por los convoyes No hay que engañarse. El viaje no es barato, aunque para la presente temporada Renfe ha diversificado la oferta con precios a partir de poco más de 400 euros. Durante 2014, el 51% de los clientes de los trenes turísticos de lujo procedían de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Suiza, Brasil, China, Rusia, Japón, México y Chile.

Por trenes, el Transcantábrico es el pionero. Ha sido calificado por expertos internacionales como el mejor tren de lujo del mundo. Muchos de sus vagones datan de 1920, construidos por la empresa británica Leeds Forge para la Compañía Internacional Wagons-Lits. Estas unidades de vía estrecha llegaron a España en 1928 y estuvieron prestando servicio hasta los años 70 en los Ferrocarriles Vascongados. En 1982, FEVE los salvó de la chatarra para convertirlos en un tren de lujo.

Existen dos versiones de este tren: el Transcantábrico Gran Lujo y el Transcantábrico Clásico. La diferencia radica en que en el primero las suites son mucho más grandes, mientras que el viaje efectúa escalas distintas al de su hermano Clásico. Durante la presente temporada, el Trascantánbrico realizará 28 salidas, trayectos que este año pueden ser de ocho, seis, cinco, cuatro y tres días, entre San Sebastián y Santiago de Compostela, o entre León-Bilbao-Santiago y viceversa, utilizando toda la red de vía estrecha que bordea la costa de la llamada España Verde.

Treinta años en marcha

El Al Andalus, que este año celebra su 30 aniversario, cuenta con coches cama, cinco de ellos construidos en Francia en 1929 y decorados tal cual los utilizaba la monarquía británica durante sus viajes desde Calais hasta la Costa Azul francesa. Su riqueza al estilo belle epoque ha sido complementada con todos los adelantos técnicos del siglo XXI

Este tren, que viaja por vías de ancho nacional, realizará 20 salidas, con posibilidades de pasar a bordo seis, cinco, cuatro y tres días. Sin embargo, sus trayectos varían según la estación. Así, esta temporada tiene programado tres circuitos por Andalucía, la Ruta Extremeña Sevilla-Madrid, la Ruta Primavera Extremeña (origen y llegada en Sevilla), el Camino de Santiago (con salida y fin en León y parada de Villagarcía de Arosa), la Ruta del Vino de Ribera del Duero y Rioja entre León y Zaragoza. Junto a estas glorias ferroviarias circula el Expreso de La Robla, tren turístico histórico con todas las comodidades de un hotel a precios accesibles. Como los otros, cuenta con coches salón, pero en lugar de llevar suites tiene literas con cuarto de baño independiente, climatizados y con todos los avances técnicos. Este año tiene previsto seis salidas en los trayectos: La Robla (Bilbao-León-Bilbao) y Paraíso Verde (Oviedo-Bilbao).

Además Renfe cuenta con trenes turísticos en Galicia, donde serán operadas siete rutas; en Extremadura, con cuatro trayectos; y el Tren Medieval que viaja de Madrid a Sigüenza (Guadalajara).