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Una madre busca "desesperada" a su hijo, desaparecido tras recibir una paliza: "Esto me va a matar"

Una madre busca "desesperada" a su hijo, desaparecido tras recibir una paliza: "Esto me va a matar"

Richard Ángel, de 17 años, iba vestido con unos vaqueros, unas zapatillas deportivas y un chaquetón azul | Carmen clama por hallarlo: "Hijo mío, da señales de vida. Estoy destrozada"

ideal.es |

Jueves, 5 de febrero 2015, 17:13

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Richard Ángel, de 17 años, fue víctima de una paliza en la madrugada del pasado sábado en una discoteca de la madrileña localidad de Alcalá de Henares. Iba vestido con unos vaqueros, unas zapatillas deportivas y un chaquetón azul. Desde entonces está desaparecido.

Su madre, Carmen Rainero García de 43 años, está "desesperada" por encontrarlo. Según ha explicado a ABC, Richard «salió esa noche, tras pedir permiso a su padre para ir a una discoteca. Nunca lo hacía, pero le dijo que tenía un cumpleaños, que pronto cumpliría 18 años, insistió mucho y él cedió. Fue una excepción porque no está acostumbrado ni a salir ni a beber».

Todo sucedió de la siguiente forma: El grupo de amigos acudió a un local llamado Decano desde Meco, en donde el chico vive con su padre. Según su propia madre admite, en un momento dado, Richard, que había bebido en exceso, discutió y golpeó a una chica, quien avisó a su novio. Éste, con ayuda de siete personas más, le dieron una paliza. Eran las cuatro de la madrugada.

Carmen añade que sus amigos, según le han explicado, lograron separarle de sus agresores al mismo tiempo que él salía corriendo. Más tarde, un amigo de su hijo encontró su DNI tirado en el suelo.

La madre trata de encontrar alguna explicación: «No entiendo nada. Si mi hijo estaba bebido y le habían golpeado entre tantos, si estaba tan mal, no pudo salir de ahí por su propio pie ni desaparecer de repente. Tampoco entiendo cómo nadie llamó a la Policía ni que apareciera el DNI solo, surgido de la nada, sin el dinero ni el abono transportes», declara a ABC.

Mientras tanto, a Carmen le puede el dolor y sufrimiento. «Richard, hijo mío, da señales de vida. Estoy destrozada. Esto me va a matar», clama. «Aparece, que te queremos un montón. Tienes tres hermanos, el pequeño de seis años, al que tenemos abandonado desde que no sabemos de ti».

Por último, Carmen asegura que «él no tendría miedo de regresar ni de recibir ninguna regañina por ir borracho Nos contaría cualquier problema a mí o a sus hermanos como siempre hacía. Algo malo ha pasado».

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