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Bravo aplaude a la afición tras el encuentro de España.
La venganza del ‘Cóndor’ Rojas
mundial 2014 | chile

La venganza del ‘Cóndor’ Rojas

Claudio Bravo dedicó el triunfo ante España a su ídolo, que hace un cuarto de siglo protagonizó la historia más bochornosa del fútbol chileno en el mítico Maracaná

Ignacio Tylko

Jueves, 19 de junio 2014, 18:11

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Maracaná ya no es un estadio maldito para Chile. Ahora será el escenario de la épica y de la gloria de este país. La histórica victoria que sacó los colores a España representó una enorme carga emocional y de simbolismo para los chilenos y sobre todo para Claudio Bravo, el guardameta que ya ha cerrado su fichaje por el Barcelona aunque prefiere no hablar ahora de este asunto por respeto a su club, la Real Sociedad, a la selección nacional de su país y al Mundial de Brasil.

Emocionado, el capitán del combinado que dirige Jorge Sampaoli dedicó la victoria a Roberto Rojas, el Cóndor, su gran referente, el ídolo al que se le considera el mejor guardameta en la historia de este país pero que hace 25 años protagonizó el episodio más negro del fútbol chileno, precisamente en el mítico estadio que se levanta en Río de Janeiro

«Se lo dedico al Cóndor, que ya sé que nos ha felicitado. Si hace un cuarto de siglo todo nos fue mal en este lindo escenario, ante España pudimos limpiar aquello con un triunfo que nos permite cumplir un sueño y avanzar en la Copa», explicaba Bravo al término del choque frente al combinado de Vicente del Bosque.

Ahora gravemente enfermo, Rojas fue capitán y figura de la selección chilena. Su agilidad física y mental, junto a su elasticidad y visión de juego, ya que fue un precursor de los cancerberos modernos jugando con el pie, le hacían diferente. Su fama aumentaba día a día y comenzaban las especulaciones sobre el supuesto interés de parte de importantes clubes como el Real Madrid y el Atlético.

Pero el 3 de septiembre de 1989, todavía bajo la dictadura de Augusto Pinochet, Rojas protagonizó el Maracanazo de la selección chilena, el incidente más bochornoso imaginable, un atentado contra las normas más elementales del fair play. La Roja jugaba en Brasil un partido decisivo en el camino hacia el Mundial de Italia90. A la Canarinha le bastaba con un empate, mientras que a Chile sólo le servía una victoria e iba perdiendo 1-0. Fue entonces cuando Rojas se hizo un corte en el rostro para simular una agresión de los hinchas brasileños mediante el lanzamiento de una bengala. Esto derivó en la suspensión del partido, ya que Chile se retiró de la cancha por «falta de garantías».

Por aquel deleznable incidente, Roberto Rojas fue excluido a perpetuidad de los campos de fútbol, aunque en el año 2000 recibió una amnistía, y luego reconoció la existencia de un plan orientado a conseguir la celebración en un partido decisivo en campo neutral. Había mucha más gente implicada en esta estrategia y no se descarta que fuera urdida incluso desde las altas esferas militares. Pero fue Rojas el que salió al campo con una navaja debajo del guante para provocarse una brecha. La FIFA, además, aplicó severas sanciones contra la selección nacional, a la que dejó automáticamente eliminada para el Mundial de Estados Unidos94. Luego, Rojas emigraría a Brasil para trabajar como preparador de porteros en el Sport Club de Recife.

El otro Maracanazo

Frente a España, la selección chilena «hizo historia» en un nuevo Maracanazo, tal y como titulaba la prensa este jueves. «Si ya jugar en este estadio legendario pone la piel de gallina, imaginen vencer por primera vez a España y pasar a octavos de final. Personalmente le brindo a Rojas este episodio positivo para que dejemos de lado la historia negativa de aquel momento. Aprovechamos un día propicio para dar un golpe de autoridad ante un rival de tremenda jerarquía», explicaba Bravo, con los ojos vidriosos, cuando salía de Maracaná y se paraba amablemente ante algunos periodistas españoles.

El aún portero del club donostiarra, que recibirá 12 millones de euros del Barça por el traspaso, destacó por encima de todo «la entrega del equipo, el sacrificio en cada entrenamiento luego manifestado en el campo». Y agradeció el apoyo de «una afición increíble», que goleó a la española, y que «ayuda a sacar las cosas adelante y cumplir los retos anhelados».

«Era un encuentro en el que teníamos que salir victoriosos sí o sí. Lo trabajamos mucho y soñábamos que se diera así. Por amistosos anteriores jugados contra ellos, sabíamos que nuestra presión y agresividad le incomodaba a una selección repleta de jugadores de gran talento pero que se encontró de frente a un rival que completó un partido redondo». ¿Pueden ser campeones? «Pensemos sólo en el siguiente partido ante Holanda».

Claudio Bravo conversó con algunos colegas de la selección española, a los que vio muy tristes. Muy respetuoso con los códigos del fútbol, evitó trasladar los pensamientos ajenos porque «son cosas que se quedan dentro del vestuario». Para poder sorprenderlos y derrotarlos, fue clave para los chilenos no sufrir el calor de su estreno ante Australia en el Pantanal de Cuiabá. «La temperatura fue algo que nos ayudó mucho. El primer encuentro fue muy difícil porque el calor te debilita y te fatiga a la hora de competir. Hoy nos benefició el clima porque hacemos mucho desgaste físico», confesó Bravo.

¿El Barça? «Tranquilidad y respeto a todos. Ya hablaré de eso en su debido momento. Ahora me toca comentar sólo estos partidos, la cita del lunes en Sao Paulo frente a Holanda en la que nos jugaremos el liderato del grupo, y el desarrollo del Mundial». ¿Pero está cerrado ya su fichaje?, se le insistía. Y se marchó con una sonrisa que le delataba. Personas cercanas a él afirmaron que pasó reconocimiento médico con el Barca días antes de comenzar el Mundial y que ha llevado el asunto con gran profesionalidad y discreción, sin permitir que interfiriera en el trabajo de su selección y sabiendo ejercer siempre de capitán.

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