Villar observó cómo se trabaja la presión chilena antes de la barbacoa

La base del entrenamiento fue un ejercicio ya realizado antes de Holanda. En un grupo, con peto morado, actuaron Jordi Alba, Javi Martínez, Pedro, Villa, Torres, Albiol, Azpilicueta, Xabi Alonso, Xavi y Cesc. En el segundo lo hicieron Sergio Ramos, Piqué, Juanfran, Mata, Cazorla, Diego Costa, Iniesta, Busquets, Silva y Koke. Dos equipos, mezclados y sin pistas para un posible once, que peleaban por marcar goles al primer toque en dos porterías pequeñas. La idea es acostumbrarse a la presión alta de Chile, tan característica desde la etapa de Marcelo Bielsa, y tener automatismos para superarla con triangulaciones rápidas en espacios reducidos.

El ambiente que se nota en la concentración es espectacular, ya que los internacionales estuvieron muy enchufados por lo ajustado del marcador incluso protestando las decisiones de un Del Bosque que ejercía de árbitro y en la recta final de la sesión bromearon en una tanda de lanzamientos desde el centro del campo intentando golpear el larguero sin botar. De todos solo fue capaz de conseguirlo Xabi Alonso, al segundo intento. Antes de retirarse a la caseta, los dos laterales titulares ante Holanda, Azpilicueta y Alba, se jugaron una particular tanda de penaltis en la que ejercieron de porteros. Después de la sesión, los internacionales disfrutaron de una barbacoa.

El lunes a selección se ejercitará a puerta cerrada, y por la tarde, viajará a Sao Paulo para adaptarse a la ciudad desde dos noches antes. El martes completará la sesión de entrenamiento oficial en el estadio de Maracaná, donde el campeón mundial se jugará su futuro en el torneo.