«Vas como Fittipaldi»: El origen de la expresión que define la velocidad al volante

Su nombre se ha inmortalizado en el lenguaje común como sinónimo de velocidad y destreza al volante debido a su excepcional carrera deportiva.

Fittipaldi es una leyenda del automovilismo, reconocido por sus impresionantes logros tanto en la Fórmula 1 como en la serie CART (IndyCar). En la Fórmula 1, se coronó doble Campeón del Mundo, primero en 1972 con Lotus y luego en 1974 con McLaren.

En 1972, hizo historia al convertirse en el campeón más joven de la F1 hasta ese momento, un récord que mantuvo durante 33 años. En total, sumó 14 victorias en Grandes Premios a lo largo de sus 11 temporadas en la máxima categoría.

Tras su exitoso paso por la Fórmula 1, Fittipaldi llevó su talento a Estados Unidos, donde también dejó una huella imborrable en la serie CART. Allí, consiguió el título en 1989 y, de manera destacada, se alzó con la victoria en las prestigiosas 500 Millas de Indianápolis en dos ocasiones: 1989 y 1993.

Su estilo de conducción, caracterizado por su suavidad, precisión y una habilidad innata para proporcionar valiosa retroalimentación técnica a los ingenieros, lo distinguieron en cada competición. La carrera de Emerson Fittipaldi, plagada de récords y triunfos en las categorías de élite del automovilismo mundial, lo consolidó como un referente de velocidad, talento y éxito duradero. Por ello, la expresión «vas como Fittipaldi» no solo se refiere a la velocidad, sino que también evoca la maestría y la habilidad de un verdadero campeón al volante.

Otras expresiones populares para cuando alguien corre mucho en el coche son, por ejemplo, «vas a toda leche» o «vas que te sales», que en este caso p puede tener un doble sentido; a veces es admiración por la velocidad, otras veces una advertencia de que la velocidad es excesiva.

«Vas a cuchillo» se usa cuando alguien conduce de forma muy agresiva y rápida, como si estuviera atacando la carretera, y «vas con el pie a tabla» se usa para referirse a cómo se pisa el acelerador, no a la velocidad en sí, pero a menudo implican ir muy rápido.

Por el contrario la expresión «vas pisando huevos» se utiliza coloquialmente en España para indicar que alguien está conduciendo de forma muy lenta y con excesiva cautela. Aunque la imagen pueda sugerir cuidado extremo para no romper algo frágil (como huevos), la frase se usa de manera crítica o exasperada para señalar que el conductor va a una velocidad considerablemente por debajo de lo normal o lo que se esperaría en esa situación, ralentizando el tráfico o mostrando una lentitud excesiva.