En lo que llevamos del mes de julio han fallecido en las carreteras 111 personas

Las vacaciones de verano, sinónimo de descanso y ocio, se están viendo empañadas por una alarmante cifra de siniestralidad en las carreteras españolas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado hoy una seria llamada a la prudencia tras confirmar que, en lo que va de julio, 111 personas han perdido la vida en las vías, de las cuales 36 eran motoristas. Una cifra preocupante que insta a la máxima responsabilidad al volante.

Con el objetivo de salvaguardar la seguridad, la DGT pone en marcha mañana jueves, 31 de julio, a las 15:00 horas, la «Operación Especial 1º de agosto». Se prevén casi 6,9 millones de desplazamientos por carretera hasta el domingo 3 de agosto. Para todo el mes de agosto, el más intenso del verano 2025 en cuanto a movimientos, Tráfico estima un total de 52,9 millones de desplazamientos por toda la geografía nacional.

Agosto concentrará un volumen excepcional de tráfico, con la coincidencia de quienes inician sus vacaciones, los que regresan de julio y los movimientos habituales de fin de semana. A esto se suma el tránsito de vehículos portugueses y magrebíes, especialmente en la Operación Paso del Estrecho.

Para gestionar este aluvión de vehículos, la DGT ha desplegado un amplio operativo con la total disponibilidad de medios humanos (Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Centros de Gestión de Tráfico, helicópteros) y técnicos. Se utilizarán radares fijos y móviles, drones, cámaras y furgonetas camufladas para controlar infracciones clave como el uso del móvil y el no uso del cinturón de seguridad.

Además, se implementarán medidas para favorecer la fluidez, como carriles reversibles y adicionales con conos, establecimiento de itinerarios alternativos, paralización de obras en carreteras, limitación de pruebas deportivas y restricciones a la circulación de vehículos pesados y mercancías peligrosas en tramos y horas conflictivas.

El uso del móvil al volante y el no uso del cinturón de seguridad siguen siendo dos de las principales preocupaciones y al mismo tiempo las infracciones más numerosas cometidas por los conductores. La DGT enfatiza que el respeto de las normas de circulación es fundamental para combatir la siniestralidad.

La prudencia y el respeto por las normas de circulación se presentan como las únicas armas para evitar tragedias en un verano que, hasta ahora, ya ha cobrado la vida de demasiadas personas en las carreteras.

Además la DGT recuerda que en 2023, 246 personas fallecieron en siniestros de tráfico donde el alcohol fue un factor concurrente, lo que representa el 26% de los siniestros mortales. El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central, afectando directamente a funciones esenciales para una conducción segura, como la percepción, el tiempo de reacción, la coordinación y la capacidad de juicio. Incluso cuando el conductor siente que mantiene el control, su organismo ya está sometido a alteraciones que aumentan exponencialmente el riesgo de accidente.

Uno de los primeros efectos del alcohol es la reducción del tiempo de reacción. Esto significa que, ante un imprevisto en la vía (como la aparición repentina de un peatón, un frenazo del vehículo delantero o una señal de tráfico), el conductor tarda más en reaccionar, lo que puede resultar decisivo para evitar o no un siniestro. A esta lentitud se suma una subestimación de la velocidad propia y de la de los demás vehículos, así como una mayor dificultad para evaluar distancias y tomar decisiones acertadas.

La evidencia científica y los datos estadísticos muestran que la única tasa segura de alcohol al volante es 0,0%.