Fin de una era: coches icónicos que dejan de fabricarse

El mercado automovilístico está en continuo movimiento. Cada año se renuevan cientos de modelos, nacen otros, y, como consecuencia, hay otros que tienen que ceder la posición. Algunos pasan sin pena ni gloria, pero muchos otros dejarán un hueco muy difícil de cubrir. Porque es grande el legado que han dejado superventas como el Ford Fiesta, el Jaguar F-Type, el Porsche 718, el Maserati Ghibli o el Audi TT.

Las razones detrás de la desaparición de estos modelos son, entre otras, las cada vez más estrictas normativas de emisiones, que hacen que sea cada vez más difícil y costoso desarrollar y producir motores de gran cilindrada y alta potencia. Además los fabricantes están centrando sus esfuerzos en el desarrollo de vehículos eléctricos y siluetas SUV.

Una pena, porque se echarán de menos modelos emblemáticos con tanta historia y recorrido como, en primer lugar, el Ford Fiesta. Un modelo que ha tenido una relación muy especial con España, especialmente con la fábrica de Almussafes en Valencia.

Y es que se inauguraron el mismo año, en 1976, lo que generó miles de empleos y contribuyó significativamente al desarrollo industrial de la región. Y el Fiesta se convirtió en uno de los modelos más populares en Europa, conocido por su agilidad y eficiencia.

Cerca de 50 años de historia y más de 15 millones de unidades en todo el mundo, el pasado año 2024 cesó su actividad. La creciente demanda de SUV urbanos y la estrategia de Ford de centrarse en vehículos electrificados empujaron a la desaparición del Fiesta, dejando un hueco en el segmento de los utilitarios accesibles.

Al igual que con su hermano mayor, el Focus, un modelo legendario también, sobre todo por su versión ST, que también dejará de producirse este año.

Maserati también ha dicho adiós a uno de sus modelos más icónicos, el Ghibli, del que se han producido 120.000 unidades desde su lanzamiento en 1967.

Una despedida que fue también homenaje con una edición limitada de tan solo 103 unidades con el nombre Ghibli 334 Ultima. Quien se hiciera con una de estas unidades tiene un especial V8 bajo el capó, un diseño exterior que recuerda al pasado y rinde homenaje a la primera creación de ese propulsor, y con un secreto en su nombre: 334 en referencia a la velocidad máxima.

Pese a la discontinuidad de este modelo, Maserati está inmersa en el desarrollo de una completa gama de modelos que incluyen al Grecale en versiones híbrida, de combustión y 100% eléctrica; GranTurismo y GranCabrio en versión de combustión y cero emisiones; así como el MC20 y el GT2 Stradale. También trabajan en ofrecer muy pronto un nuevo Levante y Quattroporte.

Jaguar tomará otro rumbo este 2025. Con el fin de producción de su F-Type, la marca se prepara para transformar su porfolio con un GT eléctrico de cuatro puertas, muy diferente a todo lo anterior, a la cabeza.

Este deportivo se despide así con más de 87.000 unidades vendidas desde que salió a la venta en 2013 en versión convertible.

Otro ejemplo destacable lo encontramos en Seat, quien despide este año a su portaestandarte, el SUV más grande que había sacado hasta la fecha, el Tarraco. «Logró unos excelentes resultados al comercializar en España 12.000 unidades desde su lanzamiento a finales de 2018, estando de forma prácticamente permanente entre los SUV de siete plazas más vendidos en España. Tras analizar la evolución del mercado, entramos a competir en el segmento con el Cupra Terramar», indican a ABC desde la firma española.

Audi también se ha tenido que despedir de su TT, un modelo que allá por 1998 causó sensación por sus líneas redondeadas, su techo bajo y su aspecto futurista.

Es más, su lanzamiento marcó un antes y un después en el segmento de los deportivos compactos, ofreciendo una combinación única de diseño, rendimiento y calidad.

Pero la decisión de Audi de centrarse en modelos eléctricos y SUV llevó al fin de la producción del TT, destacando la transición de la marca alemana hacia un futuro electrificado.

Un movimiento por el que también pasa Porsche al anunciar que la próxima generación del 718 será puramente eléctrica.

Lo que significa que ya no se producirán más modelos Cayman y Boxster a combustión.

Está claro que son malos tiempos para las versiones deportivas, porque Hyundai también ha cesado la producción para Europa de las versiones N de los i20 e i30.

Recuperar nombres de coches míticos está de moda. Pero no solo el nombre, también utilizar guiños por los que dichos modelos fueron un éxito en su época. En primer lugar está el nuevo Renault 4 E-Tech, inspirado en las formas del R4 original, conocido popularmente como «cuatro latas», fabricado en Valladolid hasta 1990, y que llegó a vender más de ocho millones de unidades. Ahora es un SUV con faros redondos, un maletero inclinado y el techo de lona.

También está el Ford Capri, un SUV 100% eléctrico inspirado en el clásico deportivo original dos puertas del mismo nombre. Algún guiño mantiene de aquel modelo que nació a finales de los años 60 y se vendieron casi dos millones de unidades en menos de treinta años de vida.

De igual modo que Opel ha recuperado uno de sus nombres más 'todoterreno' para su nuevo SUV. Así nace el nuevo Frontera, que ahora es más SUV y no tan 'off-road' como aquel de los 90; aunque pretende «enfrentarse a todo».

Por último, Mitsubishi ha decidido subirse a esta tendencia y ha anunciado que uno de los nuevos SUV que lanzará este 2025 se llamará Grandis. Queda esperar si recogerá el legado del que fue un monovolumen de siete plazas, pero la marca asegura que «será espacioso y versátil, además de seguro y cómodo para toda la familia».