Los ciclomotores resucitan gracias a la electricidad

Son cifras recogidas en la V edición del Informe «Las dos ruedas en España» elaborado por Anesdor, Unespa y Centro Zaragoza. En la última década (2010-2020), se aprecian claramente dos tendencias que se han producido en el ámbito de las dos ruedas: mientras el número de ciclomotores asegurados ha decrecido en un 45%, el número de motos se ha incrementado en prácticamente esa proporción, y el de escúteres lo ha hecho todavía más: en un 54%.

Si de forma tradicional la gasolina ha sido el combustible líder, en la actualidad la energía eléctrica viene pisando fuerte. Se está produciendo un cambio de paradigma en el mundo de las dos ruedas, y en concreto, en la categoría de ciclomotores, los eléctricos están adquiriendo cada vez más protagonismo, dejando a los de gasolina en segundo plano.

La preocupación por el cambio climático, y, en consecuencia, la disminución progresiva de los recursos naturales de combustible, han llevado a que el mundo de la conducción eléctrica sea la solución más cercana para mitigar este problema. En este contexto, los datos facilitados por Segway-Ninebot confirman que la moto eléctrica representó un 13,4% de cuota del mercado español en el primer semestre de 2022, un incremento de más de 2 puntos respecto al mismo periodo de 2021, cuando la cuota se situaba en el 11,2% del mercado.

El ciclomotor eléctrico, a efectos de potencia y velocidad, alcanza una velocidad máxima de 45km/h, la misma velocidad limitada a la que se permiten circular todos los vehículos de este tipo, incluyendo los de gasolina. Sin embargo, su ligereza y respeto por el medioambiente le convierten en el método de transporte idóneo para moverse por la ciudad.

Favorece el medio ambiente. Estos vehículos eléctricos no generan ruido ni emiten gases perjudiciales para el planeta y, la etiqueta de cero emisiones, permite que puedan acceder a zonas restringidas y desplazarse sin límites. En este sentido, a partir de 2025, todos los municipios con más de 50 mil habitantes estarán obligados a tener una Zona de Bajas Emisiones. Sin duda, el uso del ciclomotor eléctrico es un hábito sostenible que responde a una de las necesidades más urgente del medio ambiente, evitando así, la explotación del petróleo.

Otra ventaja adicional es que se puede recargar de manera simple en cualquier toma de corriente. La falta de infraestructura para la recarga, es uno de los principales frenos para la implantación del coche eléctrico. Sin embargo, la mayoría de los ciclomotores eléctricos se pueden recargar en una toma de corriente convencional. Además, la mayoría de modelos cuentan con baterías extraíbles e intercambiables para facilitar su carga.

En cuanto al ahorro de combustible, se considera que la recarga de la batería es considerablemente más económica en comparación con los carburantes tradicionales. Actualmente, se estima que el precio medio de la gasolina sin plomo de 95 octanos en España es de 1,637 euros por litro, y el precio medio del kWh es de 0,203 euros, de acuerdo con datos de Click Gasoil y Tarifa Luz Hora respectivamente. Con un consumo medio de 2 litros de gasolina cada 100 km, el ciclomotor de gasolina tiene un coste de 3€ cada 100 km. En cambio, en el eléctrico, con un consumo medio de 2kWh cada 100 km, el precio en la actualidad cae por debajo de los 50 céntimos de euro.

Los ciclomotores eléctricos favorecen la conducción más ágil y práctica, generando así un menor flujo de tráfico en las calles. Los ciclomotores ocupan menos espacio, por lo que es más sencillo a la hora de estacionar, lo que evitará perder tiempo o, tener que pagar un parking privado. Algunos modelos disponibles, como el B110S de Segway, tiene unas dimensiones muy parecidas a una bici compacta, ofreciendo todas las ventajas de su ligereza y maniobrabilidad y con el confort y la seguridad de un ciclomotor.

Finalmente, en cuanto a su mantenimiento es más sencillo en comparación al de uno convencional, ya que el ciclomotor eléctrico no cuenta con filtros ni aceites que cambiar periódicamente. El motor eléctrico es mecánicamente más sencillo que uno de combustión, por lo que reduce la posibilidad que se produzcan averías.