Bruselas cede ante Berlín y frenará la eliminación del motor de combustión en Europa
Rosalía Sánchez
Martes, 2 de diciembre 2025, 11:35
La Unión Europea parecía haber sellado el destino del motor de combustión interna con la aprobación, en 2023, de la normativa que prohibía la ... matriculación de nuevos vehículos de gasolina y diésel a partir de 2035.
Sin embargo, el anuncio del comisario europeo de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, realizado este martes en una entrevista con el periódico salmón alemán Handelsblatt, da testimonio de que la presión del nuevo gobierno alemán ha surtido efecto: Bruselas permitirá que los motores tradicionales sigan circulando más allá de esa fecha, lo que es celebrado en el sector alemán como «el mejor regalo de Navidad».
Ahora bien, seguirán circulando los motores diésel que funcionen con combustibles sintéticos o biocombustibles avanzados, lo que traslada la presión al mercado de combustibles, y Tzitzikostas advierte que el nuevo «paquete automovilístico de la UE» podría retrasarse.
El giro político no se entiende sin la presión personal ejercida por el canciller alemán Friedrich Merz. La semana pasada, logró un acuerdo interno en su coalición con los socialdemócratas para una posición conjunta y el viernes envió un escrito dirigido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reclamando que se reconsiderara la prohibición absoluta de los motores de combustión.
Merz defendía en esa carta que Europa debe mantener «todas las tecnologías abiertas» y no cerrar la puerta a soluciones que podrían ser clave en la transición energética, unas afirmaciones que ahora parece parafrasear Tzitzikostas, al comentar que «estamos abiertos a todas las tecnologías». La carta de Merz fue recibida «muy positivamente» en Bruselas, según confirma Tzitzikostas. La Comisión reconoció que debía tener en cuenta las «recientes evoluciones geopolíticas» y la «necesidad de proteger la cadena de valor automotriz europea».
El comisario anuncia que la Comisión incluirá en la revisión de los objetivos de flotas a partir de 2035 tanto los combustibles libres de emisiones como los de bajas emisiones e insiste en que la transición hacia la neutralidad climática debe ser «económicamente viable y socialmente justa», una fórmula que refleja la línea de preocupación por el impacto de las políticas verdes en la competitividad industrial europea del nuevo gobierno alemán, que lleva solamente seis meses al frente del país. Y las reacciones en el sector no se han hecho esperar.
Reacciones del sector
Oliver Zipse, CEO de BMW, ha declarado durante la inauguración de la nueva planta en Debrecen, Hungría, que «prohibir los motores de combustión en 2035 es un error; los combustibles sintéticos ofrecen una vía climáticamente neutra sin destruir décadas de innovación alemana».
Hildegard Müller, presidenta de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), ha celebrado la apertura de Bruselas a los e-fuels: «Necesitamos todas las tecnologías para alcanzar la neutralidad climática. Limitarse solo al coche eléctrico sería un riesgo para el empleo y la competitividad europea». Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen Passenger Cars, considera que es una esperanzadora noticia, teniendo en cuenta la creciente presión de la competencia asiática: «China avanza con fuerza en electromovilidad, pero Europa no puede renunciar a los motores de combustión altamente eficientes mientras los combustibles limpios se desarrollan». Todos los directivos coinciden en que la transición debe ser realista y en que los e-fuels pueden ser parte de la solución, especialmente en segmentos donde la electrificación total es difícil.
El anuncio de Tzitzikostas no significa el fin de la electrificación, sino la apertura de un abanico más amplio de opciones. La Comisión seguirá impulsando el coche eléctrico, pero ahora reconoce que los motores de combustión, alimentados por combustibles alternativos, deben jugar un papel durante la transición. Se abre así una nueva etapa en la política energética europea.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión