La UGR diseña un protocolo para vigilar la salud mental de los universitarios
Los problemas de ansiedad son los mayoritarios en la clínica de Psicología, que atiende a 200 usuarios cada curso
La salud mental ha pasado de estar castigada en un rincón, si se utiliza un símil educativo, a las palestras de las aulas universitarias. Es ... un problema del que se debe hablar. Ya no sirve callar. La comunidad universitaria lo sabe. En la Universidad de Granada (UGR) ha habido profesores que, por iniciativa propia, este inicio de curso 2023-2024 en la presentación de sus clases les han comentado a sus estudiantes que hay que pedir ayuda. No ha sido algo generalizado, pero está habiendo algunos cambios.
La Universidad granadina no ha puesto cifras a la ideación de suicidio o a cuántos de sus estudiantes están inmersos en un proceso de depresión o ansiedad. Como tampoco baraja estadísticas de otro tipo de procesos de enfermedad mental que afecte a su comunidad universitaria. La Universidad de Málaga, por ejemplo, que cuenta desde hace un tiempo con un plan de prevención de la conducta suicida informaba que un 30% de sus universitarios ha confesado haber tenido ideas suicidas durante la pandemia.
Un diagnóstico
Gestores universitarios de la UGR admiten que la salud mental es un tema preocupante. Que los datos que se están conociendo en estas universidades o estudios a nivel nacional no son cifras exageradas. Pedro Mercado ha nombrado delegado del rector para la salud y las relaciones con el sistema sanitario al profesor José Juan Jiménez Moleón.
La oficina de gestión de la comunicación de la UGR informa que en este momento, recién iniciado el curso y el periodo de trabajo del nuevo equipo, se está trabajando para diagnosticar las necesidades y a partir de ahí «desarrollar las actividades y estrategias oportunas». Esperan anunciarlas durante este semestre. Es el periodo que se dan para hacer «una prospección, un análisis y diseñar y poner en marcha unas estrategias eficaces».
Mientras tanto, la institución granadina cuenta desde hace años con recursos para atender a la comunidad universitaria en temas variados de salud. Es el caso del Gabinete Psicopedagógico y la Clínica de Psicología Universidad de Granada, que está abierta a todos. Los programas los desarrollan profesores de la Facultad de Psicología y acumula una experiencia de veintitrés años.
Este centro sanitario ofrece atención psicológica al estudiantado, profesorado y personal de administración y servicios (y también a los familiares cercanos de todos los trabajadores de la UGR). Los programas son muy variados y van desde la evaluación y tratamiento de los trastornos de ansiedad, atención a mujeres e hijos víctimas de la violencia de género hasta tratamiento de cannabis y tabaco, por citar solo algunos.
Lista de espera
Esta clínica universitaria tiene sus instalaciones en la Facultad de Psicología y el Centro de Mente, Cerebro y Comportamiento. Su director, el catedrático del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Antonio Fernández Parra, explica que durante el curso asisten a una media de doscientas personas con distintas problemáticas.
Fernández Parra incide en que ellos atienden y forman y señala que el problema de ansiedad es el que atienden con mayor frecuencia. De hecho, suele haber lista de espera de usuarios que quieren recibir asistencia en este programa. También ven problemas depresivos, entre otros.
Las charlas se llevaron a cabo desde la Facultad de Psicología, bajo el paraguas del entonces vicerrectorado de Igualdad contando con el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, el máster en Psicología general sanitaria y la Clínica de Psicología. Estuvieron en las facultades de Ciencias Económicas, Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Ciencias Políticas, Ciencias del Deporte, Ciencias, Ciencias de la Educación y del Deporte (Melilla) y en la Escuela de Caminos e hicieron un informe.
Y este año tenían previsto poder desarrollar las primeras acciones asistenciales. De momento, no saben si continuarán. Lo que está claro es que la salud mental no puede quedar solo en los compromisos. La comunidad universitaria necesita apoyo. Encima de la mesa está el diálogo y también algunas propuestas.
Se está preparando un cuestionario para llevar a cabo un estudio de salud mental de los universitarios, entre la vicecoordinación de salud de la delegación general de estudiantes y el vicerrectorado de Estudiantes. Según el coordinador general de estudiantes, Lucas Cagigas, lo lanzarán en octubre o noviembre. El rector Pedro Mercado incluyó además en su programa electoral el compromiso de poner en marcha un teléfono de atención psicológica de emergencia con especial atención a la prevención del suicidio.
Ahora se ha dado el paso de actuar porque los datos son «preocupantes», según admiten gestores universitarios. No es un problema nuevo y en la UGR son conscientes.
Los compromisos
Entre las acciones comprometidas figura también la creación de un observatorio de salud mental y emocional con especial atención al estudiantado. Y, además, reforzar los servicios de salud y psicopedagógicos actuales para ofrecer asistencia, atención y orientación, de forma presencial, telefónica o virtual, coordinando todas las iniciativas en cuanto a salud mental, sexual y afectivo sexual, consumo de drogas, o dependencia al juego o a las redes sociales.
Aumentar y mejorar las acciones de difusión para el cuidado de la salud mental con charlas, talleres o recursos online destinados a potenciar el bienestar y reducir el estrés es otro de los cometidos. Además, de la Clínica de Psicología la UGR cuenta con un Gabinete Psicopedagógico, que apoya a los estudiantes en sus estudios.
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