Teresa Ortega y María José Sánchez, dos mujeres para el sillón de decana en Filosofía y Letras
Las dos docentes optan al cargo tras no presentarse a la reelección Ana Gallego y la elegida será la cuarta mujer en este cargo
La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada (UGR) elige a nueva gobernante. El día 15 de diciembre, lunes, habrá junta de ... centro para votar a la nueva decana. Será mujer (la cuarta en ocupar este cargo) porque hay dos candidatas. Este centro del campus de Cartuja es de los señeros de la institución universitaria granadina. De los que ha tenido siempre mucho que decir en la Universidad y en la ciudad. Es una facultad con vida universitaria en todas sus versiones.
Ana Gallego que ha sido la decana durante los últimos cuatro años no ha optado a la reelección. La catedrática de Historia Contemporánea, Teresa María Ortega López; y la profesora en el departamento de Lingüística general y Teoría de la literatura, María José Sánchez Montes, son las dos aspirantes. A continuación explican por qué dan este paso y sus principales propuestas. El centro imparte 14 títulos de grado y 4 dobles, y 12 másteres oficiales.
TERESA MARÍA ORTEGA LÓPEZ
Teresa María Ortega López estudió en la UGR, la licenciatura de Geografía e Historia (1991-1996). Es catedrática de Historia Contemporánea. Ha dado este paso «porque aspiro a consolidar lo logrado, mejorar nuestras infraestructuras, impulsar la innovación docente, fortalecer la internacionalización y garantizar el bienestar del estudiantado, del personal docente y del PTGAS (administración y servicios). Lo hago con un proyecto que es producto de un trabajo colaborativo muy amplio, realista, pero a la vez profundamente humanista, que ponemos no solo al servicio de la comunidad de Filosofía y Letras, sino del conjunto de nuestra Universidad y sociedad». Añade que lo hará «situando a las personas en el centro de mi gestión y reforzando la excelencia académica». Ortega, entre otros cargos en gestión, fue vicerrectora con Pilar Aranda entre 2015-2019.
Al pedirle que indique tres propuestas, reseña la modernización integral de infraestructuras y servicios para una «facultad más habitable, sostenible y competitiva». En este punto, reivindica que se construya –Rectorado- el aulario que «alivie la saturación que padecemos». Y, añade que «es para mí una prioridad mejorar el aislamiento termoacústico de nuestras aulas, y el autoconsumo solar. Todo ello, para hacer más sostenibles nuestros centros. También tenemos previsto convertir la Biblioteca en un gran laboratorio de Humanidades».
En lo académico apuesta por una «profunda» renovación de la experiencia formativa: incorporación de metodologías activas e innovación docente con nuevas herramientas -incluida la inteligencia artificial con criterios éticos- y revisión integral de los planes de estudio para adecuarlos a nuevas realidades académicas y profesionales. Su programa sitúa al estudiantado, además, en el centro de su trabajo diario mediante una atención integral de mejora de servicios de convivencia y accesibilidad, fortalecimiento del acompañamiento emocional, entre otras acciones.
Sobre el papel de la facultad en la UGR y la ciudad, defiende que Filosofía y Letras debe ser «uno de los grandes motores intelectuales, culturales y sociales». En la ciudad, esta facultad, a su juicio, debe actuar como un puente entre la universidad y la sociedad: irradiar cultura, conocimiento y memoria; colaborar con instituciones culturales, educativas y sociales (ONGs); y contribuir a construir una ciudadanía más informada, más libre y tolerante. Filosofía y Letras es, y debe seguir siendo, un referente de creación, reflexión y compromiso democrático».
MARÍA JOSÉ SÁNCHEZ MONTES
María José Sánchez Montes cursó Filología Hispánica (1995-1996). Su tesis versaba sobre teoría teatral en el siglo XX y se tituló: El cuerpo como signo. A la fecha es profesora de Lingüística general y Teoría de la literatura. Entre otros cargos, dirige el Laboratorio de creación escénica de la UGR en colaboración con el Centro Federico García Lorca y ha sido productora ejecutiva de los dos últimos espectáculos de Sara Molina Doblas, Comedia sin título (2019) y del que está en curso, Efeméride (2023-2026).
Opta a dirigir la que ha sido «mi casa» durante casi treinta y cinco años. «Me siento una privilegiada de haber podido trabajar aquí en lo que me gusta, en investigar y en dar clase, y me parece que es una forma de expresar mi gratitud hacia la institución universitaria y hacia esta casa, y devolverle parte de todo lo que ha hecho por mí. Tengo además experiencia en la gestión, es un ámbito en el que me siento cómoda, he dirigido equipos (como es el caso del Secretariado de extensión universitaria de la UGR y la Madraza) y me gusta trabajar en equipo, así que, al darse la ocasión, me pareció un paso natural», relata.
Al preguntarle por tres medias que propone, cita en primer lugar que «quiero promover una facultad más cohesionada si cabe, y que, en la medida de lo posible, tome las decisiones de forma colegiada. Que los problemas no se planteen por los distintos agentes cuando surjan y el decanato les dé una respuesta desde arriba, sino que exista una política de diálogo y corresponsablidad».
Su segunda prioridad son las infraestructuras. Pretende abordar un plan «ambicioso» de mejora que incluye un diagnóstico general, un proceso de modernización integral y optimización de espacios, y un plan de sostenibilidad y ampliación.
En la tercera sitúa el papel que debe desempeñar la facultad en la ciudad. Su intención es que sea un espacio abierto. Para ello, propone realizar actividades culturales que conecten con el tejido cultural de la ciudad y hacer del centro un espacio abierto.
Al Rectorado le pedirá, con «lealtad«, aquello que »consideremos necesario, como, por ejemplo, un nuevo aulario o una mayor dotación presupuestaria para la renovación de infraestructuras básicas».
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