Pilar Aranda, única aspirante, reelegida rectora con una participación del 11,72%

Por sectores, el estudiantado que era el más numeroso, 50.574 en total, solo acudieron a las urnas un 6%. Lo que se tradujo en 3.044 votos, de los cuales 679 fueron en blanco y 437 nulos. Tienen el 25% del voto ponderado. Del personal de administración y servicios votó el 61,66%. 1.411 votos válidos, de ellos 515 en blanco y 83 nulos. Este colectivo acapara el 12% del voto ponderado, aunque en estas elecciones solo hubo una candidata.

El personal docente e investigador es el que mayor peso tiene, no por el número, es por su porcentaje en la ponderación. Del profesorado doctor con vinculación permanente (más del 55%) votó el 64,8%; 1.598 papeletas válidas, en blanco 223 y solo 23 nulos. Del personal investigador en formación solo votaron 96 personas de los 505 que integran el sector. Tres nulos, seis en blanco y el resto favorables. En las otras categorías la participación fue dispar.

Será el segundo mandato de Pilar Aranda. Fue elegida en 2015, entonces concurría además el catedrático Indalecio Sánchez-Montesinos, como la primera mujer rectora en la historia de la Universidad granadina. Tras concluir el recuento, pasadas las once de la noche, Aranda se mostró «muy contenta» con los resultados obtenidos. «Son para toda la comunidad universitaria», dijo mientras valoraba que había sido un «éxito» el voto anticipado (2.194 personas, lo que se traduce en el 3,84% del censo).

Asimismo, leyó los resultados como una valoración «positiva» al trabajo realizado en los últimos cuatro años. Se mostró dispuesta a seguir otros cuatro «contando con toda la comunidad universitaria como hemos hecho hasta ahora». Aranda votó en la Facultad de Farmacia; es catedrática del departamento de Fisiología, al mediodía. Allí defendió que era «un día entrañable». Una jornada en la que «recibir el impulso y complicidad tan importante para la vida académica». La catedrática, que ha presentado esta campaña un programa en el que han participado más de doscientas personas en su elaboración, desgranó este miércoles alguno de los retos que afrontará en el segundo mandato.

Hoy, día nueve, será proclamada de forma provisional rectora electa y el viernes, día diez, se procederá a la proclamación definitiva (como electa). Ha fijado la necesidad de avanzar, en los próximos cuatro años, en la metodología docente (grupos reducidos y trabajo colectivo); nuevas infraestructuras (Ceuta, Melilla y Granada); rejuvenecimiento de la plantilla; que la Casa del Estudiante en el Espacio V Centenario fomente la participación; y aplicar la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT).

No será lo único. El programa es amplio. Aranda habló, además, de la negociación con la Junta de Andalucía, no solo en lo que respecta al marco financiero (está pendiente el nuevo plan de financiación para las universidades andaluzas), también en lo referente a nuevas titulaciones, que «habrá que ir abordando», y un plan de inversiones con infraestructuras «importantes». Tendrá que negociar con la Administración autonómica estas cuestiones (además de alguna más) y está por verse que en el Gobierno central se aborde una nueva ley de universidades.

Una vez terminada la campaña y conocidos los resultados de participación toca conocer el equipo de gobierno que acompañará a Aranda en su segundo mandato. Habrá que saber cuál es la estructura y los nombres. En sus declaraciones a los periodistas dijo: «Siempre hay algún cambio lógico de alguien que considera que tiene atenciones personales o profesionales que hacer. Estoy hablando con ellos de una manera relajada. Somos un equipo cohesionado que creo que ha estado bien coordinado. Con total tranquilidad estoy hablando con ellos».

En la comunidad universitaria hay quienes ya piensan en la próxima campaña. En la que en 2023 (salvo cambios) elegirá a quien ocupará el sillón de mando del Rectorado. El rival a batir es la abstención en esta campaña. Cuando se presentó solo en 2011 el profesor Francisco González Lodeiro la participación se situó en el 7,58%. De hecho, sobre un total de 68.838 electores, sólo participaron 5.217, y de éstos 3.670 votaron a Lodeiro. En blanco se emitieron 1.346 votos, que representan el 26,8%, y 201 fueron nulos, un 3,8%. En 2007 cuando 'compitió' contra Rafael Payá la participación fue del 21,22%, en segunda vuelta.

En 2015 cuando Pilar Aranda se presentó contra Indalecio Sánchez-Montesinos la participación fue del 26,69%, lo que en números totales se tradujo en 16.135 votos.