Las obras ya no son para el verano en la UGR
La situación económica llevó el acondicionamiento a un segundo plano, aunque hay necesidades, según el plan del curso pasado, por valor de 189 millones de euros
Andrea G. Parra
Domingo, 17 de agosto 2025, 23:57
Las obras de mantenimiento ya (casi) no son para el verano, al menos en los campus universitarios granadinos. Si antaño en la Universidad de Granada ( ... UGR) los meses estivales eran aprovechados para acondicionar la casa –en este contexto, facultades, escuelas y centros administrativos– y ponerla a punto para el resto del año, no es el caso este 2025. Las intervenciones son mínimas. No hay reformas ni nuevas edificaciones ni durante el curso ni los meses sin clases, por lo que se puede decir que las obra no son ni para el verano ni el invierno.
Hace tiempo que la universidad granadina no inaugura grandes actuaciones en infraestructuras y las intervenciones de mantenimiento son las más necesarias. Las que no pueden eludirse y en ocasiones se dilatan en el tiempo meses.
Esta etapa estival, incluido el pasado julio, según la información trasladada por la institución universitaria granadina, la Oficina de Gestión de la Comunicación, la previsión estaba en hacer obras en el edificio de Santa Lucía, un inmueble administrativo, en habilitación y en servicios, del Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios (PTGAS) para mejorar los espacios de trabajo, sin afectar a su labor diaria.
El otro inmueble ha sido la Facultad de Ciencias, para creación de espacios departamentales compartidos. En concreto, reformar el interior de espacios, eliminar tabiquerías, adaptar instalaciones, mejorar ventilación o sustituir ventanas, entre otras cosas.
Como señalan desde la propia institución, son actuaciones «menores» de mantenimiento y poco presupuesto. ¿Es diferente a otros años? Si se compara con los últimos, la respuesta es no. Si es con los de antes, de los que había inversión en ladrillo durante todo el curso, es sí. Antes, julio, agosto y septiembre eran para recibir a los albañiles, hacer las intervenciones necesarias de mantenimiento y para mejorar algunos espacios, aprovechando que no había clases. Había reformas en los inmuebles antiguos y también nuevas construcciones de menor envergadura.
Para esto hay que remontarse a los años del mandato de Francisco González Lodeiro como rector (2007-2015). En los años de Pilar Aranda (2015-2023) hubo algunas intervenciones, pero menores. El mensaje fue siempre, la Universidad de las personas. No había dinero y el plan de infraestructuras no pudo acometerse.
En lo relativo a obras importantes. Se construyó en la etapa de Aranda, no en el verano, algún edificio como el aulario de la Facultad de Bellas Artes. También en la biblioteca de Filosofía y Letras hubo obras. Además, pasó a manos de la UGR el edificio BioRegión, que es el actual IA-UGR, y la Azucarera de San Isidro.
En la etapa de González Lodeiro se pusieron en pie las facultades del PTS, las de Medicina y Ciencias de la Salud y el edificio de servicios centrales. Asimismo, hubo otras intervenciones. En verano también se acometieron más actuaciones de mantenimiento y reformas, desde unos aseos que había que mejorar a cambios en algunas dependencias administrativas, aunque no eran años de alegría económica tampoco.
Las estrecheces económicas no han remitido. Al contrario que en otras administraciones, como es el caso de la local, con obras en diferentes calles de la capital, por poner algunos ejemplos más visibles en el día a día, en la universidad granadina ni el ladrillo ni el cemento son los protagonistas aún.
Hay intervenciones, que no estaban previstas y que son urgentes como las de la Facultad de Derecho, en los patios, que están a la espera. Los andamios llevan puestos varios meses.
Esa rehabilitación se estima en unos dos millones de euros, inicialmente. En la mayoría de los edificios de la institución universitaria granadina, las intervenciones requieren de miles de euros, cuando no millones. Algunos son edificios históricos protegidos cuyo mantenimiento solamente se lleva cantidades menores. Para cambiar las ventanas en una facultad como la de Filosofía y Letras, por ejemplo, el presupuesto es superior a los 800.000 euros.
Asuntos pendientes
Necesidades hay en la institución universitaria granadina. Para el verano y para el resto del curso. Este año académico 2024-2025 la UGR aprobó el Plan de Necesidades en Infraestructuras (PNIUGR) 2025-2029. Cumplió con ese compromiso el equipo de gobierno. Un total de 86 actuaciones recogidas para las que harían falta 189 millones de euros en ese periodo señalado. Incluye, entre otras intervenciones, construcciones nuevas como la Facultad de Odontología en el PTS con un presupuesto de 45 millones de euros; ampliación de la Escuela de Informática y Telecomunicación, 12 millones de euros; y nuevo aulario en Cartuja, 11,5 millones de euros. Son solo algunos ejemplos.
Esperando están, desde hace más de una década cerrada, la antigua comisaría de la calle Duquesa. Lo que sí se desatascó fue la rehabilitación de la piscina de Fuentenueva. Previsiblemente, la siguiente gran intervención que se inaugure.
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