La Universidad de Granada necesita 225 millones en la próxima década para nuevas sedes
La rectora cifra en 90 millones de euros la nueva Facultad de Farmacia en el PTS y la misma cantidad o más para la Azucarera
Andrea G. Parra
Granada
Martes, 10 de mayo 2022, 00:24
La Universidad de Granada (UGR) necesita una inversión de más de 200 millones de euros para realizar las obras de nuevas facultades, centros de investigación, ... extensión universitaria y mejora de sus campus. A estos números se deben sumar otras cantidades para infraestructuras con financiación externa. La institución se prepara para su quinto centenario (2031) con un plan estratégico que fue presentado ayer a la sociedad granadina, con importantes hitos para transformar Granada y para seguir creciendo como agente formador de profesionales y generador de riqueza.
La cifra de los más de doscientos millones de euros la puso la rectora de la Universidad granadina, Pilar Aranda, la primera mujer en el cargo tras casi cinco siglos de historia. El plan estratégico 2031 pone la vista en el quinto centenario de la institución.
La UGR, que cuenta con treinta centros propios, proyecta nuevas acciones en ladrillo. La rectora sacó ayer del cajón la Facultad de Farmacia en el PTS, un centro ubicado actualmente en Cartuja cuyo traslado ya se barajó en tiempos del rectorado de David Aguilar. La parcela en el PTS está disponible y el presupuesto de ese edificio ronda los 90 millones de euros. «Farmacia, yo no voy a poder –dijo Aranda en alusión al fin de su mandato en 2023–, pero ahí tiene una parcela y eso será una planificación», matizó.
La máxima mandataria universitaria cifró en otros 20 millones de euros, «al menos», la cantidad necesaria para la Facultad de Odontología, que compartirá edificio con proyectos de inteligencia artificial. Para ello han pedido fondos Next Generation (unos 50 millones de euros para proyectos IA). En lo que respecta a la restauración de la Azucarera, en la vega, la rectora apuntó que «de 90 millones de euros no bajamos».
El crecimiento del campus de Cartuja, junto a un «posible aulario», lo cifró en no menos de 10 millones de euros. En el campus de Aynadamar, en la Escuela de Informática y Telecomunicaciones, se requerirán otros 10 millones de euros. Y en el campus de Fuentenueva, apuntó a otros 5 millones de euros. «Vamos sumando», subrayó.
En este caso, son unos 225 millones de euros para la próxima década. Cantidad a la que deberán sumar el mantenimiento de los edificios actuales, así como alguna otra posible nueva obra. En el campus Centro, por ejemplo, hay edificios cerrados que necesitan rehabilitación. No son las únicas intervenciones programadas. La lista es amplia. Hay que recordar que en los últimos años la Universidad no ha emprendido grandes actuaciones.
«Hay que abordar previsiones, pero yo espero que con el nuevo modelo de financiación, donde se incrementa significativamente el presupuesto de nuestra Universidad, podamos seguir adelante», valoró Aranda.
La Universidad granadina tiene firmes objetivos, además, para ser agente transformador de Granada. En esa tarea su propósito es ser punta de lanza del nuevo modelo económico y social basado en el conocimiento. Esos grandes proyectos son el UGR-Dones en Escúzar; el UGR-AI relacionado con la inteligencia artificial y que tendrá imbricaciones en diferentes proyectos; y el denominado UGR-Sostenibilidad, con base en la Azucarera. Estarán vinculados en todo momento a la celebración del V Centenario de la Universidad granadina y del campus europeo Alianza Arqus.
Sobre el Dones-UGR, la rectora apuntó que es un presupuesto independiente que viene de la Junta de Andalucía y que espera que en diciembre de 2023 esté ejecutado en Escúzar. Para el proyecto global del Ifmif-Dones, por el que compite Granada, recordó que tienen asegurado el 75% de la financiación.
La Universidad presentó, por otra parte, a los fondos de resiliencia varias peticiones. El entramado es amplio. La Universidad quiere crecer en ladrillo y quiere hacerlo en la próxima década siendo un referente internacional con investigación pionera y una oferta formativa adaptada a las necesidades sociales.
Acto de presentación
La presentación del plan estratégico 2031 ante la sociedad lo evidenció. El acto tuvo lugar en la Escuela de Edificación, en el campus de Fuentenueva. Acudieron el delegado de la Junta en Granada, Pablo García; el presidente de Diputación, José Entrena; y la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, entre otros representantes de la sociedad granadina. En el salón estuvieron también anteriores rectores, como Francisco González Lodeiro y Lorenzo Morillas, así como el profesor Teodoro Luque, que estuvo al frente del anterior plan estratégico. En la sala estaban el pasado y el futuro.
En 2023, si se mantienen los plazos como ha dicho la rectora, habrá elecciones para hacerse con el bastón de mando universitario con voz en Granada y fuera.
Al frente de este plan estratégico 2031 de la Universidad granadina han estado el vicerrector de Política Institucional y Planificación, Pedro Mercado; y el director del secretariado de Planificación Estratégica, Salvador del Barrio. Sobre la formación, a preguntas de los periodistas, Mercado subrayó que la gran apuesta es «hacer una oferta de titulaciones flexibles que se adapte a las necesidades del entorno y de la sociedad. Potenciar la formación a lo largo de la vida».
Del Barrio valoró el proceso participativo en el plan, que ha sido «amplio y con una representación académica y social muy variada. Estamos preparando a la institución para los próximos diez años. Lo haremos con una fuerte orientación a la conexión con el entorno de la ciudad y de la provincia y con esos grandes proyectos tractores».
La Universidad granadina ha marcado en sus ocho ejes importantes hitos. Entre esos retos está consolidarse como la quinta universidad española y la primera andaluza en número de solicitudes prioritarias de patentes y modelos de utilidad; en la última década está en el top 10. En el terreno de las spin-offs, mantenerse en el top 5 de universidades españolas en creación. Y, alcanzar unos 20 millones de euros de media al año vía transferencia; en 2021 el importe fue de 12 millones.
La institución universitaria ambiciona, además, mantener el impacto económico en la provincia en términos de PIB (6,12% en 2018) y de empleo (7,7% en 2018). Quiere ser reconocida como una de las 200 primeras universidades del mundo en los principales rankings internacionales y conseguir situar a 12 ámbitos científicos entre las 150 primeras universidades del mundo (en 2021 tenía ocho).
La Universidad granadina tiene fijados los deberes para ser competitiva y para ayudar en el crecimiento provincial y autonómico. El gran desafío en este ambicioso plan estratégico es que no se le olvide a nadie esa premisa de que Granada es Universidad y la Universidad es Granada.
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