El movimiento estudiantil sale a la calle en Granada para protestar contra la reforma educativa
En la protesta participan unos setecientos jóvenes, según la Policía, que marcharon desde la plaza de la Universidad a la Facultad de Ciencias
Andrea G. Parra
Granada
Jueves, 24 de marzo 2022, 14:34
Los sindicatos Estudiantes en Movimiento (EeM) y Frente de Estudiantes (FdE) Granada salieron a la calle y vaciaron algunas (pocas) aulas de la Universidad para ... protestar contra «la reforma educativa». Convocaron para este jueves, día 24 de marzo, una protesta para «defender los derechos de las estudiantes, por una educación pública y de calidad, fuera de todo interés económicos por parte de las empresas» y una huelga. La protesta transcurrió entre la plaza de la Universidad (Facultad de Derecho) hasta la Facultad de Ciencias. Con la interrupción del tráfico durante su paso por las calles del recorrido.
La pancarta en la que se podía leer «Huelga estudiantil contra la reforma educativa. 24M» abría la protesta. El recorrido transcurrió con los típicos cánticos de: «Una educación pública y de calidad»; «Fuera la empresa de la Universidad»; «Pública, sí; privada, no»; y «Estudiar es un derecho, no un privilegio». Fueron solo algunos de los gritos que se repitieron así como cánticos contra el Gobierno y el ministro. Hubo una sentada a las puertas de las facultades de Ciencias Políticas, Relaciones Laborales y Trabajo Social.
La Policía Nacional informó que la participación en la protesta había sido de unos 700 jóvenes. Daniel González, estudiante de Filosofía, explicó que estaba en la manifestación para «luchar contra la privatización de la educación». También criticó la ley de convivencia universitaria porque «perjudica» al movimiento estudiantil. En esta línea, María, estudiante que participó en la organización y convocatoria, explicó que están trabajando para recuperar el movimiento estudiantil y llevarlo a niveles de participación de antes de la pandemia.
En los dos años de covid-19 las protestas estudiantiles se han reducido. En 2021, explicó que hubo dos (con poco seguimiento), una en mayo y otra en noviembre. En los institutos, por ejemplo, admitían los convocantes que el movimiento estudiantil estaba parado. En la Universidad granadina durante la mañana de este día 24 hubo algún piquete informativo.
En la noche del miércoles al jueves un grupo de estudiantes también protagonizó un encierro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, según informaron los propios convocantes. «El encierro se desarrolló sin incidente alguno», valoró el decano de la facultad, el profesor Mariano Sánchez. Ya hacía bastante tiempo (al menos los dos años de pandemia y alguno antes) que no había encierros estudiantiles en la UGR. El de más repercusión en los mandatos de la rectora Pilar Aranda fue el protagonizado durante días en la biblioteca de la Facultad de Ciencias. En el mandato de Francisco González Lodeiro, como rector, sí hubo algunos importantes en la propia Facultad de Ciencias Políticas y en la Facultad de Relaciones Laborales. Filosofía y Letras también protagonizó alguno.
La convocatoria de esta protesta y huelga por parte de sindicatos estudiantiles se hizo este jueves a nivel nacional. En la Universidad granadina el seguimiento de la huelga ha sido dispar. En facultades como Bellas Artes su decano informó que «prácticamente no nos hemos enterado. Total normalidad». En Políticas, lo mismo, «prácticamente normalidad». En Relaciones Laborales, sin embargo, el decano explicó que «ha sido mayoritaria la huelga, pero no ha habido ninguna incidencia».
Los sindicatos estudiantiles han levantado la voz para decir «basta a las condiciones de vida y estudio que nos imponen, y plantamos cara a una reforma educativa que está al servicio de las empresas y de la Unión Europea, a sus intereses y necesidades».
La denuncia la centraron en la reforma de las enseñanzas medias con la ya aprobada LOMLOE, que la ha hecho el Ejecutivo, al juicio de los sindicatos estudiantiles, «constituyéndose con una ley continuista y desarrollándose en las mismas coordenadas privatizadoras». En el caso de la formación profesional, «nos encontramos con el proyecto de ley orgánica generalizada, a través de la modalidad dual, que pone a disposición de las empresas mano de obra estudiantil infra-remunerada». Y en la Universidad con la LOSU se «sigue avanzando en la mercantilización educativa reforzando el papel de las empresas, que además se dota de la LCU (ley de convivencia universitaria) como la coraza que reprime y criminaliza la organización estudiantil».
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