En 5º de Medicina y con su peque Tomás para disfrutar del Lucas granadino
María, que tiene una importante red de apoyo con sus amigas, reclama un protocolo en la UGR que atienda casos como el suyo
Tomás sonríe en los brazos de su madre a las puertas del Espacio V Centenario ante el barullo de la celebración estudiantil. Tiene solo seis ... meses, pero no es su primer Lucas. En 2022 estuvo, pero en la barriga de su madre: María, que es estudiante de la Facultad de Medicina de Granada. Está cursando quinto este 2023-2024.
Tomás llevaba un pijama (ropa médica) que le había hecho su abuela Nuria. No le faltaba ni el gorrito. Ni un solo llanto en toda la mañana. Y sí muchas sonrisas y caricias de las amigas de su madre. Tomás puede presumir en su medio año de vida de estar en una fotografía masiva de la promoción de quinto.
La foto se tomó en la escalinata del Espacio V Centenario y allí estaba Tomás en brazos de María y rodeado de todo el cariño. Alicia, Lidia y Yoli no se separaron de él ni de su progenitora ni un segundo. Lo miraban con verdadero cariño y amor. Son sus titas. Son las amigas de María, que conoció en la Facultad de Medicina en el PTS en primero y siguen a su lado. Después hubo foto con los de primero, pero eso para el fotógrafo de este periódico.
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Llegó el embarazo en septiembre del año pasado, y no ha sido nada fácil, pero María terminará la carrera sí o sí. «Por Tomás y por la familia», decía. María nunca se planteó abandonar la titulación. «Es mi vocación, la Medicina. Así, que la carrera la termino», aseveraba.
Tomás nació en abril y los exámenes estaban a la vuelta de la esquina (junio-julio). Aprobó todo, menos dos asignaturas. María tuvo al principio del embarazo la ayuda de Lidia, reconocida por la UGR, porque tuvo unas complicaciones médicas, pero después nada. No le ha faltado apoyo, pero porque sus compañeras se lo han dado. El respaldo institucional no ha llegado. Ha habido profesores que han empatizado y otros que no.
Sin respuesta institucional
María relataba ayer que en este proceso ha llamado y enviado correos electrónicos al vicerrectorado de Igualdad (departamento dijo ella), pero no ha obtenido respuesta alguna. Ni la han recibido ni le han contestado a correo ni llamadas. Reclamaba un protocolo para que las madres no se sientan solas y haya unas medidas establecidas en la Universidad. Lo solicitaba para que otras posibles estudiantes que les ocurra igual puedan tener apoyo.
La joven granadina tiene ayuda de su familia, sus padres que son jóvenes y trabajan aún, y de su pareja. Tomás va también este año a la escuela infantil, pero debe hacer malabares para poder acudir a todo. Para ella Tomás es un «regalo» y está muy contenta, lo repite varias veces durante la conversación con el bebé en brazos y al lado el carrito.
Se quedó embarazada con veintiún años. Su intención es hacer la especialidad de Pediatría u Obstetricia. Yoli se decantará por Pediatría y Alicia y Lidia por Obstetricia. Yoli no quita el ojo, en todo momento, a Tomás. Son sus titas de la facultad y otras muchas, que no paran de acercarse a sonreírle al pequeño, que era el protagonista. Cuando el curso pasado dijo que estaba embarazada, «gente que en toda la carrera me había hablado ni dicho nada, me escribió para ofrecer su ayuda». La vida le cambió para siempre y ha aprendido muchas lecciones.
En su discurso, el Lucas habló también de los estudiantes mayores que además trabajan. «Nosotros tenemos a nuestro Rumpelstiltskin, que es capaz de compaginar su trabajo con la carrera y además es el mejor padre que un niño puede tener. A mí, me parece un claro ejemplo de superación, así que no os rindáis, ¡vosotros también podéis!».
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