La investigación que abre nuevos caminos para entender el cáncer
La revista Nature ha seleccionado entre las 25 lecturas más interesantes de los últimos 21 años sobre el microARN un artículo que describe el papel inesperado de estas moléculas y aporta a la ciencia un nuevo papel para estudiar enfermedades
Andrea G. Parra
Jueves, 10 de octubre 2024, 00:24
Nature, la revista científica de prestigio internacional, ha seleccionado las 25 lecturas más interesantes de los últimos 21 años sobre los microARN –excluyendo las de ... los galardonados del premio Nobel– y entre ellas hay un artículo liderado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y Genyo. Esto significa que han hecho una contribución importante e interesante a este campo científico, que a su vez es muy valioso para comprender y atajar determinadas enfermedades. El título del artículo es 'The tumor supresor microRNA let-7 inhibits human LINE-1 retrotransposition'. Lo firman Sara Rodríguez, Pablo Tristán, Guillermo Peris, Alejandro Rubio y Laura Sánchez, entre otros.
La investigación explica que un microARN, llamado let-7, conocido por su acción supresora de tumores, actúa protegiendo el genoma frente a efectos mutagénicos de los elementos genéticos móviles y aporta a la ciencia un nuevo papel no descrito hasta el momento para estos pequeños ARNs. Además, abre nuevos caminos para entender la función de microARNs como protectores del ADN y su relevancia en enfermedades como el cáncer.
Sara Rodríguez, como investigadora principal, que ha trabajado en la UGR y en centros internacionales como Medical Research Council, en Reino Unido, subraya la importancia de estar en este 'club' de artículos influyentes porque destaca el impacto del trabajo liderado por «mi grupo, aquí en Granada, en el campo de los microARNs y en la biomedicina en general».
Este listado se ha seleccionado para celebrar que Victor Ambros (UMass Chan Medical School, en EE UU) y Gary Ruvkun (Harvard Medical School, en EE UU) han sido los ganadores del premio Nobel de Medicina 2024. Han sido premiados por descubrir las diminutas moléculas llamadas microARN.
Pablo Tristán es otra de esas firmas. Estudió el grado en Bioquímica, el máster en Inmunología en la universidad granadina e hizo su tesis de 2016 a 2020. Doctorado en Biomedicina, ahora ejerce como profesor en el instituto Al Ándalus en Almería. Ha recibido este reconocimiento con «cierta sorpresa» porque no esperaba «este reconocimiento. Es un orgullo contribuir a que la ciencia andaluza y española sea reconocida». «Lo que dice esta colección de artículos es: 'Oye, si quieres saber más sobre este premio Nobel, empieza leyendo por aquí'. Y ese aquí son 25 artículos que consideran trascendentes para el campo, uno de los cuales es el nuestro», comenta con expresiones sencillas este docente con un gran afán por divulgar. «Sigo haciendo divulgación científica, igual que en la tesis, solo que ahora además de en eventos como el 'Desgranando Ciencia' la hago a diario en el aula», señala porque quiere que así quede reflejado.
Los microARNs son moléculas muy pequeñas que de una u otra forma, apunta Tristán, participan en infinidad de procesos biológicos. En el cuerpo humano, por ejemplo, ayudan a controlar qué y cuánto hay que fabricar de determinada proteína en el corazón, en el cerebro, etcétera. En la recopilación de artículos que hace 'Nature' aparecen contribuciones sobre el papel de estas moléculas en campos muy diversos, desde el desarrollo embrionario a la especialización celular –y no solo en humanos sino también en otros organismos, incluidas las plantas–.
Bajo control
El de los investigadores de la Universidad de Granada y Genyo es un trabajo que, en cierto modo, «descubrió otra función que pueden desempeñar estas moléculas: mantener bajo control a unas secuencias del ADN capaces de saltar de un sitio a otro denominadas elementos genéticos móviles».
Muestran como uno de estos microARNs literalmente «placa» (a nivel molecular) a estas secuencias saltarinas mientras van de un lugar a otro, evitando los posibles daños de su aterrizaje en algún lugar del genoma. También, a partir de datos de pacientes de cáncer de pulmón, «sugerimos que quizá en estos tumores haya más 'saltos' debido a la carencia de ese microARN en concreto».
Pablo Tristán no ha intentado quedarse en la universidad granadina. Relata que se ha ido a Almería por una cuestión vocacional porque siempre quiso ser docente, antes que investigador. Y, por otro lado, «mi vida personal, que me acercaba más a Almería que a una larga estancia en el extranjero». Por último, admite que también pesaron las perspectivas laborales, más imprevisibles en la carrera científica que en la de docente en un instituto, que es estable.
Los nombres de los investigadores de la UGR y Genyo, incluido el de Pablo Tristán que ahora es docente en un instituto en Almería, estarán vinculados a la investigación de los microARN siempre y a la revista de gran prestigio 'Nature', considerada el referente de publicaciones científicas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión