El Gobierno cancela unas ayudas de 30 millones para IA a las que optaba la UGR

«A través de esta carta queremos informarte de que, durante el desarrollo del procedimiento administrativo para su resolución, han surgido una serie de circunstancias sobrevenidas que han provocado que finalmente no sea posible técnicamente resolver esta convocatoria. Se suma a esto la necesidad de priorizar la gestión de normas y programas de ayuda para la reconstrucción de infraestructuras y comunicaciones y recursos de diversa índole hacia los territorios afectados por la dana», reza la misiva firmada, con fecha 30 de diciembre, por Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Con la nota se les anunciaba que la convocatoria no continuaba.

En ese mismo escrito relata el Gobierno que, aunque se produjo «una resolución de propuestas desestimadas y de admitidas en el procedimiento administrativo, no ha existido en ningún momento propuesta de resolución provisional ni definitiva, por lo que ningún solicitante ha llegado a adquirir el carácter de beneficiario (...). Somos conscientes del trabajo que supuso preparar las solicitudes y lamentamos que, en esta ocasión, ese esfuerzo no haya encontrado su encaje». Y, avanza el secretario de Estado, que «nuestro compromiso es que, en el menor tiempo posible, se va a elaborar una nueva convocatoria en 2025, que en esta ocasión será gestionada por la Agencia Estatal de Investigación y que responderá a los objetivos científicos que inspiraban la convocatoria inicial, con una dotación económica que incluirá fondos propios no ligados al Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR) y un diseño que faciliten y aseguren su ejecución».

Este compromiso no es suficiente para todos los investigadores. A nivel nacional han difundido un comunicado del «colectivo de investigadores afectados por la convocatoria de proyectos de investigación en cooperación en el área de la inteligencia artificial». Piden explicaciones. En el comunicado califican la anulación de «inaudita y sin precedente en la historia de la ciencia de nuestro país». Exigen la continuación de la convocatoria y responsabilidades.

En la universidad granadina se presentaron una decena de propuestas. A nivel nacional superaron las noventa.

Víctor Blanco, catedrático del departamento de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa, es uno de ellos. Recuerda que eran proyectos convocados como «colaborativos» y «multidisciplinares» y están formados por bastantes investigadores. «En nuestro caso, solicitamos un proyecto sobre Fundamentos Matemáticos y Computacionales de la IA que estaba formado por investigadores de todos los centros de excelencia de Matemáticas de España con cerca de 50 investigadores involucrados», detalla. Su objetivo principal era entender los fundamentos matemáticos de las herramientas IA actuales, y desarrollar nuevos modelos matemáticos y métodos para esta inteligencia artificial.

Estos planes permitirían, según señala, posicionar a la comunidad científica española en el panorama internacional, en un momento crucial. La cancelación de estas ayudas supone «un buen parón en este posicionamiento».

«En nuestro caso concreto, en el que IMAG participaba como uno de los nodos de la solicitud, con un grupo de investigadores de distintas disciplinas matemáticas, esta financiación suponía un impulso a la investigación que realizamos desde la UGR, con un impacto muy alto a nivel científico y que daría una gran visibilidad a nuestra universidad. La contratación de personal joven implicaba poder abarcar un mayor número de retos. Como es conocido, en estos momentos nos es difícil captar talento joven con formación matemática, la Universidad no puede ofrecer las condiciones que ofrecen muchas empresas privadas dedicadas al análisis de datos y la IA, por lo que la población académica matemática está envejeciendo a ritmos forzados, dificultando el relevo generacional», reflexiona Blanco. «Se habrían abierto nuevas líneas de trabajo y colaboraciones que difícilmente son posibles sin estas herramientas», zanja.

María Ruz, catedrática del departamento de Psicología Experimental y directora del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, era otra de las solicitantes. Dice que ha sido un desastre. La pidió con investigadores del departamento de Teoría de la Señal, Juan Manuel Górriz y Javier Ramírez, y con otras universidades, la de Málaga y dos de Barcelona.

Habían solicitado financiación para aplicar algoritmos de inteligencia artificial al análisis de datos de neurociencia, en varios ámbitos de investigación. «Nuestro objetivo general era emplear múltiples métodos analíticos apoyados en la IA para mejorar diversos aspectos de la comprensión del funcionamiento del cerebro en personas adultas sanas, niños con dificultades de lectura, pacientes neuropsicológicos y personas con ceguera», especifica.

Lamenta que «sacrificamos muchos días de vacaciones en agosto para escribir la convocatoria, fue muchísimo trabajo». Cuenta que en su caso «habíamos firmado un acuerdo con el Parque de las Ciencias para hacer una exposición de la temática, y otras actividades de ciencia ciudadana muy chulas».

Francisco Herrera, catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, era otro de los solicitantes. Con todas las papeletas para ser seleccionado.

No esconde que le duele que se haya ido al traste la convocatoria, pero se muestra confiado en que haya una nueva mejor. «Si sale una convocatoria próxima, como se ha anunciado, no veo gran problema. La actual tenía el problema de ser fondos NG (Next Generation), con limitación en el tiempo, hasta 2025, y no había financiación de continuidad después. Ahora se dice que va a haber una convocatoria (nueva) con fondos del Gobierno sin limitaciones de los Next Generation, si eso es así y la convocatoria es para tres años, el periodo de un doctorando, entonces ganaríamos», valora.