«Había gente llorando en la puerta después del examen. Fue muy enrevesado»
Una de las opositoras a un puesto de auxiliar de biblioteca en la UGR cuenta lo complicado que fue que no hubieran estudiado porque «a las pruebas me remito, todos suspensos»
Por su cabeza pasó todo tipo de pensamientos el día del examen. Después de conocerse el desastre colectivo no da crédito. Una de las personas ... que hizo el primer ejercicio de la oposición que le abría la puerta a un puesto de auxiliar de biblioteca en la Universidad de Granada (UGR), con la que ha podido hablar este periódico, lo califica como «muy difícil, rebuscado y enrevesado». Confiesa que cuando iba avanzando en la lectura de las preguntas más impotencia sentía.
A la vez, comenta que cuando salió, el día 6 de julio, había gente en la puerta llorando. Ella se ha presentado a otras convocatorias de oposición (en la UGR, otras universidades y ayuntamientos) y dice que no había visto nunca un ejercicio tan complicado. «No se ajusta a la realidad», valora. Está «decepcionada, fastidiada y enfadada» porque ha dejado su vida aparcada para prepararse y siente que ha perdido el tiempo.
«Parecía que nos estábamos examinando para la NASA», lamenta esta aspirante a un puesto de trabajo fijo en las bibliotecas de la institución universitaria granadina. Apunta otro hecho «doloroso» más: «Quienes han puesto esas preguntas, el tribunal, son compañeros de trabajo (interinos) de algunos de los que se han examinado».
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