Universidad de Granada
Dos colegios mayores 'saldrán' de la UGR para poder separar a los alumnos por sexoLa nueva ley obliga a que los centros que quieran seguir vinculados a las universidades públicas sean mixtos
Los colegios mayores se enfrentan a una nueva diatriba. La Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), aprobada en el Congreso de los diputados el 9 ... de marzo, recoge que estos centros adscritos a las universidades públicas no podrán segregar por sexos. O lo que es lo mismo, los segregados tendrán prohibido adscribirse a las universidades públicas. En la capital granadina operan en la actualidad diez colegios mayores, adscritos a la Universidad de Granada (UGR). De ellos, cuatro son femeninos, dos masculinos y cuatro mixtos (a estos últimos no les influye la nueva norma).
Están expectantes. Algunos ya lo tienen claro. El colegio mayor Abayzín seguirá siendo masculino, aunque deje de ser adscrito. Y el colegio mayor Alsajara quiere seguir siendo femenino, «como los últimos cincuenta años, y nos ha ido bien». Estos colegios mayores dependen de instituciones religiosas, no de la Universidad, pero sí que son centros adscritos. Dejan claro que quieren estar con ese convenio que tienen hasta ahora, pero no renunciarán a lo que han ofrecido durante su historia.
Hay quienes aún no se pronuncian sobre lo que harán. El colegio Santa María, que es un centro universitario femenino adscrito a la UGR, espera la propuesta o pronunciamiento de la institución universitaria granadina. Según explicó la directora del colegio mayor de la calle San Jerónimo, María Jesús Martínez, tendrán una reunión con el vicerrector de Estudiantes de la UGR. Entonces analizarán.
En el caso del Montaigne, la directora, Mar Jiménez, se pronunció en esta misma línea. Están pendientes de la reunión con la Universidad y «después ya se verá». Siempre han sido un centro femenino. La directora académica del colegio mayor Santo Domingo, Adela Guerrero, exponía el jueves, día 9, que estaban a la espera de que se concreten y sean oficiales las nuevas directrices. «A la espera», insistió a este periódico la responsable del centro femenino. Laura Chacón, directora del Alsajara, el viernes se mostró en ese compás de espera de lo que diga la Universidad granadina y señaló que harán notar su opinión. Chacón expresaba que le parece una «falta de libertad» que no pueda haber colegios mayores femeninos y colegios mayores masculinos. «Soy defensora de la libertad», incidió.
En el caso del colegio mayor Albayzín, que es masculino, analizan en detalle esta nueva medida contemplada en la normativa nacional. Argumentan que prohibir a las universidades el convenio con colegios mayores «diferenciados» es «un atentado» a la autonomía universitaria y a la libertad de las personas –promotores de colegios mayores y estudiantes, todos ciudadanos adultos–, una medida «empobrecedora de la vida universitaria, al estorbar una actividad de larguísima tradición y probada eficacia, y una reducción de la diversidad de opciones en el ámbito universitario».
Utilizan la denominación 'colegios mayores diferenciados'. «No nos parece adecuada la palabra segregar; porque se emplea en ocasiones según la segunda acepción del término, y eso no concuerda en absoluto con los colegios mayores solo para varones o solo para mujeres. Ni siquiera la primera acepción es significativa. De hecho, que sea masculino no es más que una parte del modelo educativo del Albayzín, y no es lo que le define», aclaran desde el colegio. La segunda acepción en la real academia española dice: «Separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales».
A la pregunta de qué hará el colegio mayor Albayzín, la respuesta: «En todo caso, mantendrá el modelo actual, de probado éxito, muy demandado y seguido hasta ahora pacíficamente durante más de 75 años. Su deseo es seguir siendo reconocido como colegio mayor por la Universidad de Granada, como hasta ahora. Para esto, se ha adherido a la plataforma impulsada dentro del Consejo de Colegios Mayores, para defender este modelo en el ámbito universitario, según las diversas opciones que se barajan, en función de las características de cada uno –muy variadas– y de cómo actúe cada universidad».
Las consecuencias
¿Qué supondría dejar de ser centros adscritos a la UGR? En el caso del Albayzín, Alberto Tarifa, vocal del patronato, señala que puede ocasionar estar «fuera de estas listas (o no), de las competiciones deportivas del trofeo rector/a, de las competencias del vicerrectorado correspondiente; el rector/a no podría confirmar el nombramiento del director del colegio mayor o presidir los actos académicos solemnes en calidad de autoridad académica; tendríamos que dejar de darnos a conocer como centro adscrito a la Universidad de Granada…» Y valoraba que «sería una pérdida de valor especialmente para la Universidad; pero nada que nos impida, en su caso, seguir aportando valor a los estudiantes universitarios». En cuanto a lo económico, ellos, por ejemplo, no reciben «nada» de dinero de la Universidad ni les supone un beneficio económico estar adscritos.
El colegio mayor Albayzín lleva abierto desde octubre de 1945, primero en la sede del Carmen de las Maravillas, luego brevemente en la calle Tablas y, desde 1967, en el campus de Fuentenueva. Es el más antiguo de Granada, después del «imbatible» San Bartolomé y Santiago. Este colegio, de la calle San Jerónimo, es el otro masculino. En este caso no han concretado acciones, a consultas de este periódico.
Los colegios mayores siempre han sido seña de identidad de Granada y su Universidad. Los seis colegios, masculinos o femeninos mencionados están vinculados pertenecen, en definitiva, a congregaciones mayoritariamente religiosas. A excepción del colegio mayor San Bartolomé y Santiago, que está regido por un patronato cuyo rector (director) es un catedrático de la UGR. Los colegios mayores no son meros alojamientos, presumen de ser centros de formación.
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