El decálogo definitivo para triunfar en la universidad

«Creo que hace mucho tiempo que la frase 'la letra con sangre entra' no tiene sentido. La neurociencia reconoce que solo se aprende aquello que nos motiva. Enseñar no es solo transmitir conocimientos sino tener empatía para saber cómo el cerebro va a procesar la información», comenta este profesor, que desde hace 16 años imparte 'Fisiología celular y humana' y 'Fisiopatología' en los grados de Farmacia, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición Humana.

«Es muy importante aprovechar los conocimientos neurocientíficos en el aula», defiende mientras recuerda que Ramón y Cajal decía que «todos podemos ser escultores de nuestro cerebro». Y añade: «Ser docente es estar invitado a modificar de forma positiva y duradera los circuitos neuronales de los estudiantes. Es una tremenda y maravillosa responsabilidad», reclama.

Lejos de las generalidades, cada estudiante debe asumir que sin esfuerzo es complicado lograr el objetivo. No sirve aprenderse las cosas como un papagayo. Puede ayudar a aprobar, pero esos conocimientos se olvidarán muy pronto. En ese decálogo imprescindible que ha preparado el profesor Díaz Castro, uno de lo más queridos cada año en las titulaciones que imparte, lo primero que hay que saber es que la neurogénesis o formación de nuevas neuronas se ve favorecida por la estimulación cognitiva y ciertos hábitos de vida saludables. Este investigador echa mano de sus conocimientos para no quedarse en la simple idea de los hábitos saludables. Detalla qué hacer.

Pone ejemplos de la etapa de los exámenes. En ese tiempo los hábitos de vida cambian y «dejamos de hacer todo lo bueno que ayuda a nuestro sistema nervioso: comemos comida basura, cambiamos patrones de sueño y dejamos de hacer ejercicio». En este punto, advierte que «estos son los tres pilares que a veces los llevan a no tener éxito. El descanso es fundamental para un buen rendimiento cognitivo y la memoria. La dieta rica en antioxidantes y sin exceso de calorías protege el sistema nervioso y el deporte ayuda a la neurogénesis y producción de endorfinas. Dejar de hacer eso nos sabotea y hace que no rindamos».

¿Estudiar solo? No. En este listado, Díaz Castro destaca que aprender en comunidad o en el aula siempre es mejor que aisladamente. Y, como base, no olvidar que la motivación es clave para aprender.

Recuerda que las emociones influyen de manera clave en los procesos cognitivos. La ansiedad, el estrés y la frustración perjudican, mientras que el clima positivo mejora el aprendizaje, memoria y asimilación de información.

«Nuestro cerebro está programado para anticipar problemas y generalmente nos da pensamientos recurrentes negativos como 'voy a suspender', que a veces se convierten en una profecía autocumplida. Debemos hacer el esfuerzo de pensar en positivo para evitar que estos pensamientos se instauren en el cerebro y nos saboteen», señala.

¿Todo el tiempo sentado delante de los libros y apuntes? Díaz Castro demuestra que a veces hay que recurrir a los respiros sinápticos para poder seguir rindiendo. Una frase para no olvidar: «Un café con amigos puede ser como gasolina para el cerebro». El profesor Díaz Castro subraya que «empeñarse en largos maratones de estudio agota nuestro cerebro. Hay que hacer pequeños respiros sinápticos para mantener alta la motivación: más tiempo de estudio no se traduce necesariamente en más calidad de aprendizaje. Hay que parar, para continuar con mejor ánimo».

En este proceso, los universitarios, deben saber que el error forma parte del aprendizaje. «Relativiza el error. Es parte del proceso. Es un paso más hacia el éxito», comenta.

¿Por qué hay que descansar? Porque el descanso ayuda a reparar los circuitos neuronales y fijar la memoria. En esta línea, la actividad física regular, que complementa ese bienestar, proporcionará una base sólida para el mejor funcionamiento del cerebro. Y este listado lo cierra una frase que a todo universitario (y todo el mundo) le gustará: «No descuidar el tiempo libre y los hobbies ayuda a mantener la motivación».

De motivar sabe mucho Díaz Castro, elegido por sus estudiantes en reiteradas ocasiones como padrino de sus promociones. Este docente lanza mensajes en redes sociales para que se impliquen y estén motivados. Algunos de esos mensajes se han hecho virales. El docente habla con gran admiración de sus maestras y maestros. Aprendió bien y transmite bien. Forma a los futuros graduados de la Facultad de Farmacia. Con este libro sus conocimientos en las artes de enseñar y tener éxito en la Universidad trascienden a los estudiantes de cualquier facultad y escuela. Díaz Castro ha conseguido, además, que más de un universitario no abandone la carrera. En estos años ha estado muy implicado, también, en acompañar a estudiantes que la pandemia les ha ocasionado problemas para seguir estudiando o volver a socializar.