La Covid-19 aumenta el estrés y las psicopatologías entre las embarazadas
Psicólogos de la UGR ofrecen terapias gratuitas vía internet para que las mujeres gestantes tengan herramientas para superar esta crisis
Andrea G. Parra
Granada
Martes, 26 de enero 2021, 01:28
Preparadas para traer una nueva vida en un mundo insólito en el que el SARS-CoV-2 ha cambiado las rutinas de todos. No ... es fácil sin pandemia y ahora se ha complicado un poco más. Un grupo de investigación de la Universidad de Granada (UGR) se ha arremangado para ayudarlas. Están haciendo investigación de tú a tú con las futuras mamás. En ello están José Puertas, investigador, y María Isabel Peralta Ramírez, profesora, y su grupo de investigación.
Llevan tiempo desarrollando estas intervenciones directas en el centro hospitalario del PTS, pero con la pandemia tuvieron que adaptarse a las sesiones virtuales. La terapia la desarrollaban sistemáticamente psicólogos clínicos desde hace dos años en el Hospital Clínico San Cecilio. «Sin embargo, con la aparición de la pandemia y el colapso que supuso para el sistema sanitario tuvimos que dejar de llevarla a cabo, justamente cuando las mujeres embarazadas más lo necesitaban», recuerda Peralta.
«Dimos, entonces, el paso de adaptar la terapia al formato on line. Los primeros grupos comenzaron a principios de octubre, y desde entonces no hemos parado de dar asistencia psicológica las mujeres embarazadas que nos lo han demandado», describen Peralta y Puertas. Atienden entre cuarenta y cincuenta mujeres simultáneamente. Tienen activos cinco grupos de terapia.
Trabajan bajo el paraguas de 'Aborstress' y 'Childstress', que son dos proyectos de investigación I+D concedidos por fondos Feder y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, que llevan varios año desarrollando en colaboración con el Hospital Universitario Clínico San Cecilio, en concreto con la doctora Milagros Cruz. Además de comprobar la eficacia de las terapias psicológicas estudian la posible repercusión del estrés psicológico de la madre en los abortos de repetición o en el neurodesarrollo del bebé.
En estos meses de pandemia, Peralta explica que están observando que las mujeres embarazadas experimentan mayores niveles de estrés psicológico y preocupaciones que la población general. Más estresadas que el resto de personas y eso se manifiesta en mayores puntuaciones en somatización, ansiedad, depresión, ansiedad fóbica, etcétera.
«Esto se explica en parte por los cambios físicos y hormonales y por los cambios psicosociales, que requieren una readaptación de los principales roles de la persona, por ejemplo, por los cambios de rol en la pareja o la familia, problemas laborales, entre otros aspectos, además, de las preocupaciones concretas relacionadas con el embarazo, el parto y la salud del bebé», matizan los psicólogos.
A medida que se acerca el momento del parto, experimentan un incremento del estrés por el miedo a dar positivo y que tras el parto las separen de su bebé. Es uno de los miedos que transmiten a los investigadores. «Una de las cosas que más les preocupan es contagiarse. Esto implica que, además de enfermar, las confinan, lo que provoca que no puedan estar con sus parejas, amistades y/o familias, que suelen ser el principal pilar de apoyo en un momento tan importante del embarazo», destacan Peralta y Puertas.
Las embarazadas se encuentran sobrepasadas por estar viviendo esta emergencia de carácter mundial en un momento tan vulnerable de su vida. «Es por ello que está teniendo serías repercusiones en su estado psicológico. En un estudio reciente que acabamos de publicar en la revista 'Medicina Clínica', hemos encontrado unos resultados sorprendentes, ya que los datos muestran que las mujeres embarazadas durante la pandemia presentan mayores niveles de obsesión-compulsión, ansiedad y ansiedad fóbica que las mujeres embarazadas antes de la pandemia. Este incremento de estrés, preocupaciones y psicopatología no solo es atribuible a España sino que es además generalizable a otros países», argumentan los investigadores.
Los psicólogos están viendo el cambiado entre el antes y el después de la pandemia entre las gestantes. «El embarazo por sí solo es una fuente de estrés debido a los cambios físicos y psicosociales, pero durante la pandemia están apareciendo, además, otros factores como las restricciones de movilidad, que en muchos casos implican no poder ver a las familias; el miedo al contagio; preocupaciones, que tienen que ver con el trabajo y por ejemplo la adaptación a la modalidad de teletrabajo e incertidumbre relacionada con el futuro económico, entre otros factores. Esto conlleva mayores niveles de estrés y ansiedad», describe Peralta.
En las terapias que están realizando están dotando a las embarazadas de mecanismos para que cuando detecten que tienen altos niveles de estrés puedan controlar las situaciones cotidianas que les resultan estresantes. En las sesiones aprenden a controlar los pensamientos erróneos que les suelen generar sentimientos negativos y persistentes. Los investigadores de la Universidad granadina las entrenan para gestionar los enfados e ira, enseñándoles estrategias donde sean conscientes de qué cosas los provocan.
En esta línea, aportan herramientas para aprender a decir 'no' sin sentirse culpables por ello o aprender a pedirles a las personas que quieren que cambien cosas que les hacen sentir mal y que muchas veces ni saben. «Además, incluimos otras claves para reducir el impacto negativo del estrés, como las técnicas de relajación, facilitándoles que puedan afrontar mejor los problemas de la vida diaria», concreta Peralta.
Con lista de espera
Este programa que han diseñado tiene una duración de ocho sesiones. Cada sesión suele durar una hora y media semanal, aproximadamente, dependiendo de las necesidades emocionales de las embarazadas en dicha sesión.
«Trabajamos diferentes aspectos, aunque se hace especial hincapié en la detección de esos pensamientos negativos que muchas veces no coinciden con la realidad y que son una fuente de emociones negativas como ansiedad y tristeza llegando incluso a inmovilizarnos. Por ello, es clave que, además, de detectarlos la embarazada aprenda la forma de modificarlos, con herramientas psicológicas eficaces que les permitan sustituirlos por pensamientos más adaptativos», señalan.
Es equivocado pensar que «tienes que ser aceptada y querida por todas las personas que te rodean o que tienes que ser perfecta en todo lo que haces». Con esas interpretaciones de la realidad cualquier fallo se convierte en un verdadero drama que lleva a la culpabilidad, angustia, ira y malas sensaciones.
Los investigadores de este grupo siguen atendiendo a embarazadas. Los grupos están completos, pero hay lista de espera y las interesadas pueden escribir al mail puertasjose@ugr.es. «Nos gustaría continuar formando grupos de terapia hasta que la pandemia comience a desaparecer, además, seguiremos muy de cerca el estado psicológico de estas mujeres e incluso cuando tengan sus bebes», matizan los psicólogos de este grupo de la Universidad granadina.
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