Salud confirma un brote de paperas con quince universitarios afectados

Marín destacó que no hay que alarmarse porque la enfermedad está cursando de forma 'leve'. Se van a vacunar a personas que hayan estado en contacto con los casos de paperas que ya se han detectado. Ese protocolo ya está en marcha en los colegios mayores y residencias, que al fin y al cabo, como la propia Marín dijo, no dejan de ser una casa grande en la que todos conviven.

La responsable de Salud Pública apuntó que seguramente subirá la cifra de casos. Insistió en que se vacunará no a toda la población universitaria, si no a quienes hayan estado en contacto con los casos declarados.

En un escrito fechado el 25 de mayo de 2017, el Servicio de Epidemiología del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano se informaba de que «se acaba de notificar un brote de parotiditis de carácter poblacional (en el contexto de un gran aumento de casos a nivel nacional), que está afectando de manera predominante a población universitaria».

Así las cosas, se pedía que se informara a los profesionales de los centro sanitarios que en el caso de que acudan, estos enfermos, para vacunarse, «se proceda a su administración y registro en Diraya. Se recuerda que no deben vacunarse a embarazadas y no quedarse embarazada en las cuatro semanas siguientes a su administración y tener precaución con las personas alérgicas al huevo».

Entre los universitarios están considerando más susceptibles a los individuos que están en edades comprendidas entre los 19 y 24 años de edad. Parece ser que vacunaron de triple vírica con una cepa vacunal poco efectiva para la parotiditis (Rubini). Fueron vacunados entre los años 1992 y 1995.

Recomendaciones

En el escrito del Servicio de Epidemiología se subraya que se está dando información a los estudiantes para que acudan a sus respectivos centros sanitarios en caso de tener síntomas de enfermedad. Recomiendan no permanecer en salas de espera con otras personas. Literalmente se dice que hay que recomendar a la personas enfermas de parotiditis que eviten reuniones sociales, eventos y acudir a lugares donde haya grandes concentraciones de gente (bibliotecas, salón de actos, comedor universitario...) y que permanezca el máximo tiempo posible en su domicilio o en su habitación del colegio mayor o residencia universitaria, hasta nueve días después del comienzo de la enfermedad». Por último, se suministrará vacunación con triple vírica «a los contactos convivientes y/o íntimos de los casos, a los alumnos y trabajadores de residencias estudiantiles con casos».

La sintomatología típica se traduce en fiebre, cefalea, mialgia, cansancio y anorexia, seguido de inflamación de la glándula parótida, según se detalla en una circular que envió el decanato de la Facultad de Medicina ayer.

El periodo de incubación, desde la exposición hasta el inicio de los síntomas, oscila entre los 16 y 18 días (rango 12 a 25 días). En el escrito se expone que los individuos enfermos son contagiosos desde unos tres días antes del inicio de los síntomas hasta nueve días después. «La enfermedad es usualmente benigna, resolviéndose espontáneamente en pocos días, aunque en ocasiones puede cursar con complicaciones, por ejemplo orquitis en varón», concluyen.

En Málaga y en Sevilla también se han detectado algunos casos.