El Linares se marcha de vacaciones tras la ofrenda floral a la Virgen de Linarejos

Razak, Samu, Cañete, Sánchez, Morante, Josema, José Cruz, Neto, Perejón, Villarejo, Carnicer, Fran Lara, Rodri, Gabri, Irizo, Gracia, Sanchidrián, Álex Peque, Toni García, Marc Mas, Hugo Díaz y Chendo serán recordados por todos los que han sufrido esta temporada a su lado, desde la distancia pero cerca, hasta el éxtasis vivido por los mil azulillos que despidieron al cuadro de Alberto González en Badajoz al grito de «¡Campeones, campeones!», tras caer eliminados ante el Amorebieta en la semifinal por el ascenso a Segunda División.

El último acto oficial como grupo tuvo lugar en la ermita de la Virgen de Linarejos, donde el club quiso agradecer a la patrona de la ciudad la protección y la suerte brindada durante una temporada que será difícil de olvidar, muy intensa, con un brote de covid-19 en el vestuario que estuvo a punto de dar al traste con el sueño, pero el equipo reapareció para ganar los tres partidos en una semana de la segunda fase, que finalizaron invictos y como campeones.

Hubo almuerzo de despedida. Los jugadores pasaron por Linarejos y retiraron sus enseres del vestuario. Las puertas del campo se cierran hasta el mes de junio y los profesionales del club vuelven a sus lugares de origen para estar con la familia.

La junta directiva de Jesús Medina también descansará estos días. Una semana de vacaciones, no más, para que las emociones vividas este año hagan poso, la cabeza se refresque y el próximo lunes empezar a preparar la temporada en la nueva categoría, Primera RFEF, que los mineros se ganaron a pulso y contra pronóstico de muchos.

También estaban atentos del sorteo de la final por el ascenso, por la curiosidad de saber quién le hubiese tocado a los azulillos. El Amorebieta estaba en el bombo 3 junto al Algeciras y cayó emparejado con el Badajoz, el gran favorito y anfitrión del play off, que además tendrá la ventaja de jugar en su propio campo, el Nuevo Vivero, contra los verdugos del Linares.

Sin embargo, ese no hubiese sido el rival de los mineros, de haber pasado frente al equipo vasco, dado que la configuración de los bombos habría cambiado y al Linares no le podía tocar con el Algeciras, por ser del mismo grupo, ni tampoco podía emparejarse con otro campeón de grupo. La Real Sociedad B habría sido el emparejamiento de los linarenses, otro equipo vasco, pero con estilo de juego muy diferente al Amorebieta.

Sólo por curiosidad, nada más. El Linares no estará la próxima temporada en Segunda División, pero eso no quiere decir que no siga intentando la gesta. Nadie duda que llegará el año, el partido, el lugar y la plantilla que lo consiga.

Ahora es momento de disfrutar de lo conseguido, que no ha sido poco, y la semana próxima empezar a pensar en presupuestos, renovaciones y fichajes.