«El Dépor es un rival más fuerte, juega en casa, con su afición, y le vale el empate»

Alberto González comentó que en el vestuario «es en una semana mágica. Estamos disfrutando mucho de lo conseguido mientras entrenamos ya con menos carga, con mucha confianza, reduciendo conceptos para que la gente fluya y recalcando lo que ha sido importante durante toda la temporada. Desde esa sencillez, espero que encontremos el juego de los últimos tiempos».

Es la segunda intentona de asalto a la Segunda División del Linares, siendo uno de los modestos de la categoría de bronce y superando todas las expectativas. El año pasado cayeron en semifinales contra el Amorebieta, la cenicienta del torneo, que a la postre ascendió.

De aquella experiencia «se puede aprender mucho. Aquel fue un día del que volvimos fastidiados y no por perder, yo las derrotas las llevo bien en los últimos años, uno va aprendiendo que es parte del juego, pero sí que el equipo no transmitió lo que debía en el campo. Lo tenemos como reto para este año, que independiente del resultado, nos volvamos sabiendo que hicimos lo que había que hacer en el campo en un día tan señalado».

Ahora la cenicienta es el Linares y les ha tocado bailar con el coco. «El año pasado, íbamos como favoritos por ser campeones. El Amorebieta era un presupuesto modesto, como nosotros, pero llegábamos con mejores sensaciones. En este caso, volvemos a llegar con sensaciones inmejorables, pero estás delante del rival a batir. Es el más fuerte de los 40, juegan en casa, ante su afición y les vale el empate. Ellos tienen la obligación de ganar y nosotros la posibilidad, a nivel mental es más fácil gestionar lo nuestro».

Alberto González no quiere que sus hombres revivan aquello porque «la experiencia te focaliza normalmente en lo negativo y en los miedos. Yo lo que quiero es romper con esa experiencia y se lo he dicho a los jugadores, quedarnos con el niño que juega al fútbol con ilusión y no mira más allá de las consecuencias del resultado. Ese niño juega igual en la calle que un campo con gente, quiero esa ilusión para este partido».

Metidos en el rival, el Linares ha sido capaz de ganar este año a los mejores de su grupo, no hay miedo ante un Deportivo de la Coruña que es «un gran equipo, que tiene sus particularidades. El Andorra tiene un estilo extremista en cuanto a la importancia de la posesión. El Dépor domina con presión, pero tiene picos, busca la portería con jugadores diferentes, tienen un abanico más amplio de posibilidades».

Ve a sus jugadores con hambre y reconoce que «el equipo va que vuela, no sé exactamente por qué, es un cúmulo de variables físicas, mentales, estar cómodo con el juego, en lo táctico. La variable más relevante es creértelo, sentirte fuerte y saber que puedes.

Como el año pasado, está siendo un 'play off' muy polémico por las decisiones de RFEF y el técnico minero se suma a ellas. «No es justo robarle este momento a una ciudad y a una afición que lleva muchos años esperando y robarle al club una inyección económica importante», dijo.

Respecto al llenazo que se verá en Riazor, señalo que si a Galicia se pueden desplazar 600 aficionados a 900 kms, Linarejos se hubiese llenado hasta la bandera. «Tampoco me parece justo en lo deportivo que, a partido único, que uno juegue como local y otro como visitante», incidió.

Añadió que «no es justo quitarle a la provincia el fútbol que se vive en este momento, cuando otras competiciones ya han terminado. Esto supone una inyección económica, social y emocional para la ciudad», algo que comparten todos los azulillos.