Dembélé rompe la carta a los Reyes

Dembélé, un francés, con clase insultante, compromiso cuestionable y futuro incierto se encargó de hacer añicos la carta a los Reyes Magos de los azulillos cuando ya soñaban con la gesta.

El partido arrancó con el cancerbero Razak Brimah que decidió cambiar su 'look'. Dejó el viral gorro navideño y sorprendió con un casco de minero, con luz incorporada y encendida, con el que se hizo la foto en el once inicial.

A jugadores como Busquets, Jordi Alba, Dani Alves o el emergente Nico les basta un momento de inspiración para decidir un encuentro. Pero para eso antes hay que robarle el esférico al rival y el Linares Deportivo se empeñó en no ceder la iniciativa con una asfixiante presión muy arriba con la que ahogó en muchos momentos al Barcelona.

Los jugadores de Xavi Hernández no es que sean buenos, de cerca se ven mejores. Alberto González era consciente de que no se podía mostrar un hueco a este bloque. El Barça te lo descubre, lo atraviesa y te destroza en un abrir y cerrar de ojos.

El minuto 8 volvió a ser un emotivo aplauso de todo Linarejos para recordar a su capitán eterno. Fran Carles, siempre presente con cariño directo al cielo.

Ejercía el FCBarcelona un dominio académico, en posesión, que no se traducía en alegrías en la portería local. Ycamino del ecuador del primer round, los azulillos aprovecharon para tejer buen fútbol, con Dani Perejón, Carnicer y testarazo de Hugo Díaz, y así empujar al actual campeón copero al diván.

Al descanso se llegó con la convicción de que en esta competición no basta con tener al genio y la magia para ganar. Al Barcelona no le fue suficiente con sus jugadores diferenciales en el once para imponerse en Linares. Dani Alves, que jugó su primer partido oficial en su segunda etapa como culé, se colapsó en el carril diestro ante el gran trabajo defensivo de los locales.

Busquets retornó tras descansar por sanción contra el Mallorca y se desfondó intentando, sin éxito, dar orden a los suyos. Yel lateral de L'Hospitalet Jordi Alba, que volvía al equipo tras superar el coronavirus, fue la única baza por banda izquierda, pero sin fortuna.

Así, el técnico de Terrassa decidió tomarse, aún, más en serio la Copa del Rey en la segunda mitad poniendo a todo el arsenal que tenía en el banquillo. Un triple cambio en el que dio entrada a Piqué. Dembélé, que sigue sin renovar, y Frenkie De Jong en lugar de Araujo, Ilias y Riqui Puig.

Porque el Barça había estado difuso, sin chispa ofensiva, pero el mérito, en gran parte, era de los pupilos de Alberto González. El esférico había abandonado a Xavi Hernández provocando un miedo al vacío en sus jugadores, por momentos desajustados y titubeantes.

El Linares Deportivo se agarró, cuando en el inicio del curso liguero venían mal dadas, a la convicción de Alberto González. Yel malagueño no tardó en encajar el puzzle azulillo. Ha sabido dotar al grupo de una convicción hercúlea y de tal sentido del deber que no dudan en correr hasta la extenuación o en cavar una zanja, para defenderse con bayonetas caladas, en el campo si el duelo lo requiere.

El Linares Deportivo mandó en la eliminatoria hasta que Osmane Dembélé se sacó un latigazo con su zurda desde la frontal. Yeso fue hasta el minuto 62. El francés no celebraba un gol con la camiseta blaugrana desde mayo del año pasado.

En esta ronda no hay VAR y se echó de menos en Linarejos. A los locales se les anuló un tanto, por un fuera de juego muy dudoso de Hugo Díaz, en el que el línea decidió que el delantero local estorbó la visión de Neto, tras el disparo de Lolo Guerrero de cabeza que se comió Neto. Y poco después, el canterano Jutglá firmó el uno a dos. Carracedo tuvo el empate en un disparo que repelió la madera. El choque estaba precioso, como esas películas que tocan la fibra.

Ayer miércoles se reivindicó Dembelé. Xavi, en su presentación subrayó que, «bien entrenado, puede ser el mejor del mundo en su posición», y destiló por sus botas algunas gotas del enorme fútbol que atesora. Con un recorte dejó atrás a dos defensores rivales, rompió la línea defensiva local y mandó el balón a la madera con un fuerte disparo. Pura clase mezclada con técnica individual. Jugador que marca diferencias.

El Linares Deportivo lo hizo todo tan bien que hasta llegó a la recta final del encuentro con opciones. Carracedo, con exceso de ansia, tuvo varias muy claras.

Los pupilos de Alberto González pusieron en duda la máxima que reza que los buenos les ganan a los menos buenos. Durante más de 60 minutos convirtió al campeón en un equipo vulgar. Ese es su regalo de Reyes.