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El líder del partido conservador Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, celebra con sus seguidores su triunfo en las elecciones. REUTERS
El poder heleno vuelve a la corbata

El poder heleno vuelve a la corbata

Pragmático y heredero de una de las grandes dinastías políticas del país, Mitsotakis apeló a las ganas de los griegos de imaginar un futuro mejor

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Enviado especial. Atenas

Domingo, 7 de julio 2019, 22:33

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Kyriakos Mitsotakis volverá este lunes a ponerse la chaqueta y la corbata que ha abandonado durante toda la campaña electoral, en la que se ha pateado Grecia luciendo impolutas camisas blancas remangadas. El contundente ganador de los comicios legislativos de este domingo lucirá sus mejores galas para acudir al antiguo Palacio Real de Atenas, donde tiene su sede la Presidencia de la República, para reunirse con el jefe del Estado, Prokopios Pavlopoulos, y jurar su cargo como primer ministro.

Lo hará en una ceremonia en la que se espera que haya llamativas diferencias respecto a la que protagonizó hace cuatro años su antecesor, Alexis Tsipras. El líder de la formación de centro derecha Nueva Democracia (ND) sí que llevará corbata y estarán presentes en el acto jerarcas de la Iglesia ortodoxa griega, excluidos en 2015 por el dirigente de la coalición izquierdista Syriza.

LA CLAVE:

  • Logros de Syriza. No tumbará el matrimonio homosexual y mantendrá las ayudas sociales para mitigar la recesión

El nombramiento como primer ministro de Mitsotakis será el momento que este ateniense de 51 años lleva esperando prácticamente desde que nació. No es una exageración: si formas parte de una de las grandes dinastías políticas del país, sabes que tarde o temprano te puede llegar una oportunidad así. Hijo de un jefe de Gobierno, hermano de una ministra y tío del actual alcalde de Atenas, Mitsotakis se encuentra hoy con su propio destino, aunque pareció querer postergarlo al dedicar la primera parte de su carrera profesional al sector privado.

Tras pasar por prestigiosas universidades internacionales como Harvard y Stanford, trabajó en consultoras financieras y en varios bancos antes de entrar en política hace 15 años. El cargo más importante hasta ahora lo ocupó durante el Gobierno de Antonis Samarás, cuando fue ministro de la Reforma Administrativa de 2013 a 2015. Fue uno de los períodos más duros de la crisis y en el que le tocó despedir a miles de funcionarios por exigencias de los planes de rescate financieros.

Promesas a la clase media

Mitsotakis tiene en su haber dos grandes logros: el relanzamiento de ND, cuyo liderazgo conquistó en las primarias de enero de 2016 sin contar con el apoyo de los pesos pesados del partido, y haber sido capaz de interceptar las ganas de los griegos por pasar página tras la crisis para atreverse a imaginar un futuro mejor. «La gente quiere volver a tener esperanzas y olvidarse de esta década de crisis. Mitsotakis lo ha entendido y por eso habló tanto durante la campaña de lo buenos que pueden ser los próximos años. Es un discurso muy centrado en la clase media, que se sintió decepcionada con Tsipras y ahora le ha dado la espalda», dice Yannis Koutsomitis, analista de política europea.

El próximo primer ministro ha sido además capaz de aceptar algunos de los éxitos políticos de su antecesor: no tumbará el matrimonio homosexual, cuya ley apoyó cuando Tsipras la tramitó, ni tampoco desmontará las ayudas sociales que Syriza potenció para intentar mitigar los efectos de la recesión y la austeridad. Para Yorgos Christidis, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Macedonia de Salónica, Mitsotakis es «un tipo pragmático que está rodeado de un buen equipo, pero será difícil que no acabe decepcionando a los electores si incumple sus promesas de crecimiento».

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