La súbita cuarentena es «un fuerte golpe» al turismo británico

La incertidumbre de extiende a quienes llegaban en la mañana de este domingo a los aeropuertos de Reino Unido, que no tienen asegurado que sus empresas les paguen el salario por los días laborales perdidos, aunque el Gobierno les haya pedido que cooperen para aliviar las circunstancias en las que se encuentran sus empleados.

El ministro de Exteriores, Dominic Raab, ha afirmado en una entrevista que no puede pedir disculpas por la decisión del Gobierno de anunciar la cuarentena seis horas antes de que entrase en vigor. Establece una primicia en la actuación del Ejecutivo de Boris Johnson durante la pandemia, en la que ha adelantado las restricciones con días de antelación.

Lo inesperado de la decisión se ilustra con el hecho de que el ministro de Transportes, Grant Shapps, responsable del departamento directamente afectado por la cuarentena, por sus consecuencias en aeropuertos y líneas aéreas, se encuentre de vacaciones en España, como otros cargos del Gobierno.

La medida ha sido descrita como «un golpe fuerte» por la asociación de aerolíneas británicas, Airlines UK. La respuesta de las compañías ha sido desigual, con EasyJet ofreciendo a sus clientes la posibilidad de cancelar el vuelo y aplazarlo, o recibir un vale para el futuro. Ryanair también mantiene sus vuelos pero ha guardado silencio, aunque algunos pasajeros han podido cambiar la fecha del vuelo sin cargos.

El operador turístico Tui canceló sus vuelos del domingo, pero los reiniciará este lunes a las islas Baleares y a las Canarias. Ha decidido suspender durante dos semanas sus vuelos a la España peninsular, ofreciendo reembolsos o aplazamientos. Jet2 ha decidido continuar sus vuelos y paquetes a sus destinos.

El Gobierno de Londres y el Ejecutivo escocés han justificado la decisión del sábado por las cifras de nuevos positivos publicadas en España. En Reino Unido fueron 747 en las últimas 24 horas, mientras que en España se registraron 922. La cifra de nuevos casos en territorio británico, según investigadores de King's College, era en realidad de 1.884.

El número diario de muertes por coronavirus en Reino Unido supera al registrado en España en los últimos días y el de contagios se ha estabilizado entre 500 y 700 desde el 6 de julio. En Reino Unido hay también focos de epidemia, como Blackburn with Darwen y Leicester, en el que se mantienen restricciones al movimiento de personas, aunque menores que el confinamiento.

Tui y otras compañías del sector turístico han criticado la inmediatez del anuncio y la ausencia de evaluación regional de la epidemia en España. El Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda en su actualización del consejo a los británicos que no viajen a la España peninsular salvo que sea esencial. Pero el de Transporte impone la cuarentena a los procedentes de cualquier aeropuerto español.

La decisión del Gobierno británico ha sido bien recibida por comentaristas académicos que subrayan la importancia de una intervención rápida para amortiguar el riesgo de que aumenten los casos. También se ha señalado que la rudeza de la medida refleja las deficiencias del sistema de test y seguimiento.

Los turistas británicos que se encontraban en España en el momento del anuncio del Gobierno no verán alterados los términos de su póliza de seguro de viaje, pero los que emprendan el viaje en los próximos días tendrán que consultar a sus compañías aseguradoras, a aerolíneas y hoteles, antes de tomar una decisión que les puede costar mucho dinero.

Karen Joyce, británica residente en Alicante, descubrió en la noche del sábado que su visita a sus padres, que han sufrido las consecuencias anímicas de su aislamiento durante los últimos meses, ha sido alterada drásticamente. Permanecerá en la casa familiar durante los nueve días de estancia. Pero señalaba en Times Radio que se siente más segura en España, por las medidas que se aplican, más estrictas que en Reino Unido.