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La hambruna en Gaza se agrava con 10 niños muertos más y extiende la indignación contra Israel
El número de gazatíes muertos por inanición asciende a 111 y un centenar de ONG exige la reanudación de los envíos de ayuda
«Hemos salido a manifestarnos con sacos de harina para dejar claro nuestro rechazo a la inhumana política de combatir con el hambre en Gaza ... y demostrar que representamos a una mayoría de la población israelí, tanto palestina como judía». Así explicaba una mujer por qué había decidido unirse a la manifestación que el martes por la tarde recorrió las calles de Tel Aviv para protestar contra la estrategia del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu en la Franja.
Sujetando también fotografías de niños gazatíes famélicos, varios cientos de manifestantes gritaban «¡no se logra la victoria pasando por encima de los cadáveres de niños!» y «¡lucharemos para que no se mate de hambre en nuestro nombre!». Algunos incluso trazaron paralelismos entre lo que sucede en Gaza y el Holocausto. No son muchos, pero reflejan la indignación que están provocando en Israel las informaciones sobre el creciente número de niños fallecidos por desnutrición en el territorio palestino.
Este miércoles han sido diez más, lo cual eleva a 80 el número de menores –111 gazatíes en total– que han perdido la vida por falta de alimentos, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás. La Organización Mundial de la Salud cifra en 21 el número de menores de cinco años a los que ha matado el hambre en lo que llevamos de año. A esto se suma el aún mayor número de víctimas provocado por los bombardeos: hoy se han sumado 113 –dos de ellos periodistas–, que elevan el total desde el inicio de la guerra hasta los 59.219.
«La grave situación humanitaria en Gaza no debe tomarse a la ligera, especialmente por aquellos en los niveles más altos del gobierno. Insinuar que la hambruna constituye una táctica legítima es inaceptable», ha escrito el Comité Judío Americano en X. «El problema es que el gobierno israelí no considera a los palestinos seres humanos», denuncia Majed Al Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar, el país que trata de mediar para lograr que se firme el alto el fuego de 60 días propuesto por Estados Unidos y que se reanude el flujo vital de ayuda humanitaria a Gaza.
«Si la comunidad internacional, en particular Estados Unidos, no ejerce una presión seria sobre Israel, nada cambiará», advierte Al Ansari. El enviado especial de Washington, Steve Witkoff, se reunirá este jueves con mandatarios de Israel y de Catar para tratar de impulsar las negociaciones, pero un funcionario hebreo ha avanzado hoy al diario Haaretz que la respuesta de Hamás a la petición de liberar a los rehenes ha sido «decepcionante».
Acusaciones de genocidio
Mientras tanto, las críticas arrecian por todo el mundo, pero no van seguidas de medidas punitivas. 25 países –sobre todo occidentales– condenaron el uso del hambre como arma de guerra el lunes, pero no acompañaron sus palabras de condena con sanciones. De momento, solo Sudáfrica ha decidido acusar a Israel de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, un proceso al que Brasil ha decidido sumarse, según ha avanzado hoy Reuters.
Por su parte, 109 ONG han firmado un comunicado conjunto instando a la comunidad internacional a «tomar medidas decisivas» que desemboquen en un «alto el fuego inmediato y permanente». Conscientes de que es difícil que se llegue a ese ideal, demandan «abrir todos los pasos fronterizos terrestres y restablecer el flujo completo de alimentos, agua potable, suministros médicos, artículos de refugio y combustible», y que esta ayuda sea gestionada por Naciones Unidas y no por la polémica Gaza Humanitarian Foundation, cuyos centros de distribución han sido el escenario en el un millar de gazatíes ha muerto tiroteado por soldados israelíes.
Tel Aviv se defiende culpando a Hamás de la hambruna. Desde el inicio de los problemas con la ayuda humanitaria, el Ejecutivo de Netanyahu sostiene que los gazatíes no mueren porque no se distribuyan suficientes alimentos sino porque la organización islamista hace acopio de ellos. Para cimentar esta idea, el ejército hebreo ha publicado en X un vídeo y fotografías de líderes de Hamás dándose un banquete en los túneles que surcan Gaza. «Así operan los terroristas de la organización bajo tierra, lejos del sufrimiento de la población y contrariamente a la mentira del hambre», escribe en árabe.
🎥MIRA: Imágenes revelan a altos mandos terroristas de Hamás presumiendo de sus comidas en túneles subterráneos, mientras acusan a Israel de provocar una “hambruna”.
— FDI (@FDIonline) July 23, 2025
La comida que aparece no forma parte de la ayuda humanitaria entregada. Mientras Hamás acapara recursos y se… pic.twitter.com/SsDBJn5q68
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí asegura que «cerca de 4.500 camiones entraron en Gaza, incluida harina para panaderías y 2.500 toneladas de alimentos para bebés, así como preparados altamente calóricos para los niños». La institución gubernamental también acusa a la ONU de provocar un cuello de botella en la ayuda: «Hay más de 700 camiones de ayuda esperando a que la ONU los recoja. Este es el principal obstáculo para mantener un flujo constante, pero su obsesión contra Israel es más importante para ellos que ayudar a la gente de Gaza», sentencia.
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