Sunak augura graves peligros de seguridad por la unión de «los Estados autoritarios»

Su discurso -pronunciado en la sociedad de estudios políticos Policy Exchange, de tendencia brexiter y conservadora, muy próxima también a la residencia del primer ministro- no respondía a los malos resultados en las recientes elecciones municipales, según sus portavoces, pero fue el despliegue de un argumento sobre por qué los británicos tienen que votar conservador en las generales.

El líder 'tory' rechazó una vez más anunciar la fecha de los comicios, limitándose a repetir que serán convocadas en el segundo semestre de este año. Preguntado por la prensa si podía descartar que serán en julio, respondió atacando a los laboristas, porque «ese es el debate que quieren». Serían cuestiones de procedimiento mientras que él se concentra en la sustancia.

Sunak ya describió en abril a Rusia, China e Irán como un eje de Estados autoritarios que estarían trabajando en coordinación. Convocó una cumbre internacional sobre la seguridad en el desarrollo de la inteligencia artificial en noviembre. También se ha expresado sobre el potencial positivo de las tecnologías derivadas de los avances de la computación. Esas alarmas suenan desde hace meses.

Las novedades fueron breves. Se presentó en asambleas conservadoras como encarnación de una nueva política, apegada al legado de Margaret Thatcher y distante de los gobiernos de su partido posteriores. Esta vez reivindicó los 14 años de gestión conservadora y apuntaló los méritos suyos. Entre ellos, la «libertad y flexibilidad» para el comercio obtenida por el Brexit.

El Reino Unido es de nuevo el cuarto exportador del mundo. El crecimiento del 0,6% en el primer trimestre de este año está por encima de Francia, Alemania, Italia o Estados Unidos. La economía ha salido de la recesión. La inflación: del 11% al 3%. «El plan está funcionando», proclama Sunak. Y tiene «audaces ideas para el futuro»: crear el mejor sistema educativo del mundo o invertir en sectores estratégicos.

Para el primer ministro, sus opositores son unos incapaces. «Los laboristas han pasado 14 años sin hacer nada y ni siquiera han pensado sobre el futuro», afirmó. No tendrían un plan sobre inmigrantes, habrían copiado el suyo. Tampoco sobre la seguridad energética o la economía. En sus ataques personales al líder de la oposición, le reprochó que no tenga principios.

En este quinquenio peligroso, su mensaje a los electores es que él ha anunciado el aumento del presupuesto de Defensa al 2.5% del Producto Interior Bruto, y los laboristas no se han comprometido con cumplir ese objetivo. La única afirmación que provocó un aplauso en la audiencia es que, si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos obstaculiza su política de inmigración, optará «por la seguridad del país».

Un periodista de la BBC le preguntó si el país sería menos seguro con Starmer al frente. «Sí», respondió Sunak, más locuaz en otras respuestas. El líder laborista había elegido fotografiarse este lunes con sus 11 alcaldes comarcales que ganaron en las municipales, y pronunciar después un discurso en el norte de Londres. Es un nivel de actividad que se corresponde con la proximidad de elecciones.

Ilustres conservadores habrían aconsejado a Sunak, tras la debacle en las municipales, que ofreciese al público una visión. Quizás era esta. Quizás es la estrategia diseñada por el australiano Isaac Levido, su asesor electoral. Su receta es identificar una idea potente -asustar al electorado combinando peligro grave e incapacidad laborista, por ejemplo- y repetirla hasta la saciedad.