EE UU prepara aranceles del 500% para los países que compren petróleo y gas rusos

Se trata de la forma que la Casa Blanca considera más ejemplar para castigar al Kremlin por su actitud reacia a detener la guerra en Ucrania. También resulta la más compleja. Algunos legisladores subrayan que sería el «arma de destrucción masiva» de cualquier relación diplomática con el Kremlin, pero también «necesaria» ante la continuación de los ataques sobre el territorio ucraniano. Los republicanos, que funcionan en este terreno (y en los restantes) bajo el criterio de Trump, se convencen cada día más de que el líder ruso Vladímir Putin está ninguneando a la Casa Blanca con declaraciones a favor de «la paz» mientras intensifica los bombardeos sobre el país vecino.

Washington quiere golpear a Moscú en su economía, pero sin enfrentarse directamente a su Gobierno, lo que podría ser entendido como una confrontación de alto riesgo. El proyecto de ley consiste en gravas con un aranceles del 500 % a todas las importaciones estadounidenses procedentes de las naciones que compran petróleo, gas y uranio rusos. Más del 75% del crudo lo adquieren tres países: China, India y Turquía, por orden de importancia. El otro 25% lo componen un conglomerado de gobiernos muy diversificado.

Lo que el Capitolio intenta conseguir es dar forma normativa a lo que la Administración de Trump denomina 'aranceles secundarios'. La finalidad es ejercer una presión indirecta sobre Rusia. aplicándola sobre sus principales socios comerciales para que desistan de hacer negocios con Moscú.

De los tres citados, India es el que probablemente peor parado pueda salir. El 2,7% de su economía depende de las exportaciones a EE UU que, además, viven en la actualidad un momento de gran bonanza. El Gobierno asiático deposita una gran confianza en el crecimiento del comercio hacia Estados Unidos, especialmente en tres sectores básicos de la industria local: tecnología, textil y productos farmacéuticos. Por el otro lado, el gran continente no lo tiene fácil para romper con Moscú sin sufrir una debacle económica. Es un dependiente energético casi absoluto y la mayor parte de su suministro de gas y petróleo procede de Rusia. Desde el inicio de la guerra de Ucrania, y con el consiguiente abaratamiento del crudo de aquel país, India ha multiplicado por mil las importaciones energéticas desde Rusia.

Las dos Cámaras de EE UU ya promovieron el pasado mes de abril una herramienta legal de este tipo, pero decidieron suspenderla porque en aquel momento Trump estaba convencido de sus posibilidades de lograr un alto el fuego. Aprobar entonces una norma así podría privar al mandatario de todo margen para una solución conciliadora con el presidente ruso. Sin embargo, la postura de Vladímir Putin, que ha seguido bombardeando Ucrania sin piedad mientras evita cualquier paso hacia la paz, ha hecho girar todo el escenario. Trump critico duramente a su homólogo hace unos días, del que afirmó que solo dice «tonterías», y ha abierto la puerta no solo < aplicar abiertamente sanciones a Moscú sino a restablecer el envío defensivo de armas a Ucrania.

«Vladimir Putin ha demostrado su falta de voluntad para ser razonable y hablar seriamente sobre la negociación de la paz, y creo que tenemos que enviarle un mensaje», declaró este miércoles Mike Johnson a los periodistas. El proyecto de ley cuenta ya con más de 80 patrocinadores en el Senado. Mientras se negocia esta fórmula. la Casa Blanca ha anunciado que aún no da todo por perdido. El secretario de Estado, Marco Rubio, se reúne este jueves con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en un nuevo intento de mover la postura del Kremlin, aunque la visita parece más próxima a la simple diplomacia que a la efectividad práctica.

Kiev ansía llenar de nuevo sus arsenales con misiles Patriot para fortalecer su defensa antiaérea. Después del gran bombardeo del miércoles, con 728 drones y 13 misiles, el ejército ruso volvió a castigar la madrugada de este jueves a Kiev, a la que ha sometido a diez horas de ataque continuado. Ocho de los diez distritos de la capital se han visto afectados, así como una veintena de municipios de la periferia. Los rusos han empleado 400 drones y 18 misiles. Al menos un policía y un hombre de 68 años han muerto mientras 16 personas han resultado heridas.

«Edificios residenciales, automóviles, almacenes, oficinas y edificios no residenciales están en llamas», ha declarado esta madrugada el alcalde de la ciudad. Las autoridades han mostrado vídeos donde se observan decenas de coches destruidos y fachadas reducidas a escombros. Los 'Sharhed' de origen iraní utilizados por los artilleros transportan hasta 37 kilos de explosivos, suficientes para causar enormes destrozos en los bloques residenciales. Los tres millones de vecinos de la ciudad están convencidos de que Rusia quiere sumergirles en una prolongada «campaña de terror» manteniéndolos todas las noches en vilo y dificultando también la vida diurna. De hecho, las autoridades han recomendado a la población este jueves que permanezcan en sus casas por la toxicidad del humo de los incendios, mientras decenas de calles del centro permanecen cortadas.