Portugal celebra 50 años de la Revolución de los Claveles

Celeste Martins Caseiro, una camarera que llevaba bajo el brazo una gran cantidad de claveles para celebrar el aniversario del restaurante en el que trabajaba, dio una flor a uno de los soldados que esperaban órdenes. El gesto se convirtió en un símbolo de la lucha contra la dictadura cuando el militar puso el clavel en el fusil para demostrar que el levantamiento era pacífico. El acto inocente de ambos se convirtió en la imagen de la revolución en Portugal. El Gobierno, incapaz de contener la situación, se vio acorralado y finalmente Caetano se rindió.

Desde aquel movimiento, la fecha se marca en rojo en todos los calendarios lusos para celebrar el histórico acto. Este jueves los portugueses lo han sentido como un día más especial. Los claveles han inundado las calles desde primera hora de la mañana junto a miles de personas que han parado sus vidas cotidianas unos instantes para celebrar con los militares el cincuenta aniversario de la hazaña. A las nueve y media de la mañana, la Terreiro do Paço, la plaza del comercio lisboeta, se encontraba a rebosar a la espera de que los tanques y convoyes militares llegaran junto a los gobernadores para comenzar la celebración con una ceremonia. En esta plaza fue donde la columna procedente de Santarém arrinconó a Caetano hace cincuenta años.

En recuerdo de los revolucionarios, se ha realizado este jueves una sesión de la Asamblea de la República, la primera para el nuevo primer ministro, Luís Montenegro, y con Aguiar Branco como presidente del Parlamento. Como no podía ser de otra manera, los claveles rojos colorearon el pleno. Muchos parlamentarios entraron en el hemiciclo con el símbolo de la revolución en la solapa y cantaron la canción de 'Zeca' Afonso al acabar el pleno.

El diputado del partido Livre, Rui Tavares, declaró que «nuestra revolución dio la vuelta al mundo porque es hermosa. La más hermosa del siglo XX». El secretario general del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, quiso promulgar el derecho de las minorías y de la libertad sexual con una frase: Abril es de todo el mundo» y significa «libertad». En su primer discurso como presidente de la Asamblea de la República, José Aguiar-Branco elogió la valentía de los capitanes de la revolución y llamó a la «moderación» y respeto a las diferencias en la Cámara.

Los portugueses del Parlamento Europeo han rendido homenaje con claveles en Estrasburgo. Por iniciativa del grupo de izquierdas, los eurodiputados lusos entregaron más de mil flores a todos los compañeros en el que ha sido el último día de la actual legislatura. Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina -del 6 al 9 de junio- y cuando se prevé un aumento de la extrema derecha en la Eurocámara, los diputados de izquierdas subrayaron la importancia de defender «los valores que dejó la revolución portuguesa en Europa».

La conocida como «Milla de oro portuguesa» ha acogido en Lisboa a miles de personas, muchas de ellas subidas a vehículos militares antiguos, que han celebrado el aniversario con música y carteles en los que se podía leer uno de los lemas utilizados hace cincuenta años: «O povo è quem mais ordena» (el pueblo es el que más pide). Al igual que en la capital portuguesa, el Desfile de la Libertad ha reunido en Oporto a miles de personas.

El nuevo primer ministro almorzó con 50 jóvenes, entre ellos el tenista João Sousa, el escritor Afonso Reis Cabral y el cantante Buba Espinho, para demostrar que la juventud es importante en su gabinete y dejar claro que «la revolución de los claveles también es el futuro». Montenegro aseguró que necesita a los jóvenes para crear «la Portugal del futuro» y promete que va a «detener la fuga en masa al extranjero».

Como colofón del 50 aniversario, los mandatarios lusos se han reunido en el Centro Cultural de Belén con representantes de los países cuya independencia estuvo vinculada al 25 de abril. Los presidentes de la República de Timor y de los países africanos de habla portuguesa acudieron a la cita.

Los más críticos durante la jornada fueron los representantes de la derecha portuguesa, molestos por unas declaraciones del presidente, Marcelo Rebelo de Souza, en las que insinuó que «se buscará una solución» para «reparar lo que ocurrió» en la dictadura. El líder de Iniciativa Liberal (IL) ha señalado que «compensar a terceros por el pasado» solo supondrá un ataque a «los intereses del país» mientras André Ventura, del partido Chega, ha declarado que el presidente traiciona a los portugueses con su actitud. La izquierda ha respondido destacando una frase de Rebelo de Souza: «Por muy imperfecta que sea la democracia, siempre es mejor que cualquier dictadura».