'Mi lucha', el libro superventas de Hitler, cumple cien años

Hitler (1889-1945) comenzó a escribir 'Mi lucha' en 1924 en la prisión de Landsberg, después de ser condenado por alta traición, junto a otros dirigentes nazis, tras el llamado Putsch de Múnich o Putsch de la Cervecería, el fallido intento de golpe de Estado del 8 al 9 de noviembre de 1923 en Baviera.

El político nacionalsocialista fue condenado a cinco años de prisión, pero al final solo cumplió nueve meses. El fracaso del golpe de Estado, su encarcelamiento y la ilegalización temporal del partido nazi (NSDAP) interrumpieron temporalmente la carrera política de Hitler. Aprovechó esos meses en la cárcel para escribir este panfleto incendiario nacionalista y antisemita y desarrollar una nueva estrategia para su formación. También lo hizo porque necesitaba dinero.

«La propaganda nazi hizo de este putsch fallido, de este lamentable fiasco, la escena inaugural de la epopeya hitleriana», cuenta el periodista Antoine Vitkine, autor de 'Mein Kampf, historia de un libro' (publicado en francés por la editorial Flammarion).

La tirada inicial del primer volumen de 'Mi lucha' fue de 10.000 ejemplares. La editorial del Partido Nazi (Franz Eher Verlag) publicó el segundo volumen en 1926. Aunque las ventas fueron lentas en los años 20, éstas se dispararon una vez que Hitler fue nombrado canciller del Reich en enero de 1933 y los nazis llegaron al poder. Todos tenían curiosidad por saber quién era el nuevo líder y qué pensaba.

Se publicó una versión popular de 'Mi lucha' en un solo volumen, que tuvo un gran éxito de ventas; ediciones de lujo; versiones ilustradas para niños; e incluso se imprimió en braille para los alemanes ciegos. Comprarla era un símbolo de adhesión al régimen nazi. En 1936, los registros civiles comenzaron a regalar un ejemplar a las parejas de recién casados en lugar de la Biblia.

A finales de 1944, las ventas alcanzaron los 12,4 millones de libros, sin contar las traducciones entonces a 18 idiomas, entre ellos, en español. Se calcula que uno de cada tres hogares alemanes tenía un ejemplar. Sin embargo, no está claro cuántos leyeron total o parcialmente las 700 páginas de libro de Hitler ni a cuántos les convenció la lectura.

El Führer se hizo millonario gracias a las ventas de su obra y a que no pagaba impuestos sobre ellas. Se calcula que entre 1925 y 1945 ganó unos doce millones de marcos imperiales con 'Mi lucha', lo que equivale aproximadamente a 100 millones de euros actuales en términos de poder adquisitivo, según el diario alemán 'Welt'.

En parte autobiografía embellecida y en parte tratado político, el libro refleja la visión del mundo de Hitler, sobre todo en lo que respecta al odio visceral hacia los judíos y su obsesión por la lucha por un nuevo 'Lebenstraum' (espacio vital) en Europa oriental para Alemania. En sus páginas, culpa a los judíos de todos los males, tanto de sus fracasos personales como de los del Estado germano. La palabra judío aparece 373 veces en el texto. Es la más utilizada por el futuro dictador por delante de Alemania, raza y guerra.

«Mein Kampf puede considerarse como el esbozo de la agresión nazi. Establece de manera inequívoca que el uso de la guerra de agresión para servir a sus objetivos de política exterior formaba parte del credo nazi. Envenena una generación y deforma la visión de un pueblo. De Mein Kampf, el camino conduce directamente a los hornos de Auschwitz y a las cámaras de gas de Majdanek», dijo el abogado Elwyn Jones, sustituto del fiscal británico, durante los Juicios de Núremberg a los líderes del régimen nacionalsocialista.

Tras la derrota de la Alemania nazi y en plena desnazificación de la sociedad, muchos alemanes destruyeron su ejemplar de 'Mi lucha' o lo escondieron en el desván, en el granero e incluso lo enterraron en el jardín de sus casas para evitar ser señalados con el dedo, según varios testimonios. Al acabar la Segunda Guerra Mundial, el Estado de Baviera obtuvo de los aliados el copyright o derechos de autor del libro de Hitler y prohibió su reimpresión en Alemania debido a su contenido antisemita y su papel en la propaganda nazi.

Pero a finales de 2015, 70 años después de la muerte del dictador, expiraron los derechos de autor, lo que ha permitido que se volviera a reimprimir el libro en Alemania. Antes de ello, 'Mi lucha' era accesible en librerías de segunda mano, en traducciones al inglés impresas legalmente o con un simple clic en Internet. El Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (IFZ) publicó enero de 2016 en dos volúmenes una edición crítica de 'Mi lucha' en Alemania. Desde julio de 2022, la versión comentada por los historiadores está disponible gratuitamente en Internet.

«No hay prácticamente ningún otro libro que esté tan cargado de mitos, que despierte tanto rechazo y ansiedad, que despierte la curiosidad y suscite especulaciones, al tiempo que irradia un aura de misterio y prohibición, un tabú que para algunos puede resultar comercialmente lucrativo», explicaban los responsables de la edición crítica alemana a la hora de justificar su publicación.

En Francia, la editorial Fayard publicó en 2021 'Historizar el mal', una edición crítica del libro de Hitler. Los beneficios de las ventas son para la fundación Auschwitz-Birkenau, encargada de la conservación del campo de concentración y de exterminio nazi.

Ochenta años después del suicidio de Hitler en su búnker en Berlín, 'Mi lucha' se sigue vendiendo en todo el mundo. Su antisemitismo visceral sigue seduciendo a muchos lectores, especialmente en los círculos neonazis y de extrema derecha y en los países árabes. También goza de un gran éxito en Turquía y en la India.

Los responsables de las ediciones críticas de 'Mi lucha' consideran que su publicación permite «desmontar de forma exhaustiva y duradera la propaganda de Hitler y, con ello, socavar el poder simbólico del libro. De este modo, también permite contrarrestar el uso ideológico-propagandístico y comercial indebido de 'Mein Kampf'».