El Gobierno del Reino Unido cree que la inmigración está «destrozando» el país
La ministra del Interior plantea endurecer el acceso a ayudas y al permiso de residencia y devolver a los refugiados a su origen en cuanto se considere seguro
Ivannia Salazar-Saborío
Londres
Domingo, 16 de noviembre 2025, 19:03
En una semana marcada por el aumento de las llegadas de irregulares a las costas británicas a través del Canal de la Mancha y por ... un clima político cada vez más tenso, la ministra del Interior, Shabana Mahmood, decidió elevar el tono y anticipar el alcance de la importante reforma migratoria que presentará este lunes. Lo hizo en una entrevista este domingo con la BBC en la que advirtió de que la inmigración irregular «está destrozando nuestro país», una afirmación que situó el tema en el centro del debate nacional y que justificó como respuesta a un sistema que, en su opinión, «ha dejado de funcionar» y ha generado «divisiones enormes» en las comunidades que soportan mayor presión.
Mahmood definió su reforma como «una misión moral» y defendió que el Reino Unido sólo podrá preservar el consenso social sobre el asilo si actúa con determinación y reordena sus prioridades, un mensaje que resume el marco político en el que el Gobierno de Keir Starmer intenta recomponer la política migratoria del país.
Las medidas que adelantó y que hará oficiales este lunes, incluyen una transformación profunda del estatuto de refugiado. En la actualidad, la protección se concede por un lustro, tras el cual puede solicitarse la residencia permanente en el país. Mahmood anunció su intención de ampliar ese plazo a veinte años y revisar la condición del beneficiario cada dos y medio. Además, quienes procedan de países que más adelante se consideren seguros deberán regresar a ellos.
«Hija de inmigrantes»
La ministra subrayó que su propuesta se inspira en el modelo de Dinamarca, donde el Ejecutivo concede permisos temporales y sujetos a renovaciones frecuentes. El ministro danés de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, sotiene que estas políticas buscan «enviar un mensaje a los traficantes de personas de que no deben elegir» su país.
La referencia danesa provocó tensiones internas en el Partido Laborista. El diputado Clive Lewis afirmó que este tipo de medidas reproduce «argumentos propios de la extrema derecha». Mahmood rechazó esa acusación, recordó que ella misma es «hija de migrantes», explicó que sus padres llegaron al Reino Unido «legalmente a finales de los años sesenta y en los setenta» y añadió que la inmigración «forma parte de mi experiencia como británica». La ministra insistió en que su responsabilidad le exige actuar ante «un sistema que está roto y en el que algunas personas pueden burlar las normas, abusar y salir impunes».
I am the child of immigrants.
— Shabana Mahmood MP (@ShabanaMahmood) November 16, 2025
Illegal migration is creating division across our country.
It is a broken system and we have a genuine problem to fix.
My job is to find a proper solution that can unite a divided country. pic.twitter.com/4qR46Hmhx7
El Ministerio del Interior informó de que 109.343 personas solicitaron asilo en los doce meses previos a marzo de este año, un 17% más que en el período anterior. Y los datos más recientes indican que más de 10.000 personas cruzaron el Canal de la Mancha desde que Mahmood asumió el cargo en septiembre, una cifra que supera los totales de 2024 y 2023, aunque todavía inferior a la registrada a estas alturas de 2022.
Mahmood insistió en que las redes criminales venden «paquetes» que prometen alojamiento y comida gratuitos, y señaló que el país debe «afrontar esos factores de atracción» que favorecen las llegadas irregulares, y anunció que las ayudas en vivienda y subsistencia pasarán a ser discrecionales y se suprimirán para quienes tengan derecho a trabajar y no lo hagan.
Insuficiente para la oposición
El director del Refugee Council, Enver Solomon, advirtió de que la ampliación del período previo a la concesión de la residencia permanente «dejará a las personas en un limbo y en una tensa ansiedad durante muchos, muchos años», y explicó que un sistema eficaz debe «resolver los casos con justicia y rapidez» y permitir que quienes son reconocidos como refugiados «contribuyan a nuestras comunidades y devuelvan lo recibido».
La oposición conservadora sostiene que las medidas del Gobierno son insuficientes. El portavoz tory de Interior, Chris Philp, declaró que las propuestas de Mahmood son «artificios» y que se limitan a «retoques superficiales», y añadió que su formación propone abandonar el Convenio Europeo de Derechos Humanos y aplicar un sistema en el que quienes lleguen de manera irregular «no puedan solicitar asilo en absoluto y deban ser deportados en el plazo de una semana».
Según el Ministerio del Interior británico
10.000 migrantes
han llegado desde el pasado septiembre a las costas británicas a través del Canal de la Mancha. La cifra supera el total de entradas irregulares por esta vía que se registró en todo 2024.
Desde el Partido Liberal Demócrata, su líder, Ed Davey, afirmó que su partido analizará los detalles de la reforma cuando se publiquen, aunque expresó «ciertas preocupaciones» por el rumbo que insinúan las medidas. Davey defendió que los solicitantes de asilo deberían poder trabajar, porque así «no necesitarían ayuda estatal» y la medida sería «mejor para la economía y mejor para los solicitantes».
La directora del Migration Observatory de la Universidad de Oxford, Madeleine Sumption, señaló por su parte que resulta complejo anticipar el impacto de una norma concreta en los flujos migratorios, ya que «los solicitantes de asilo, al menos inicialmente, a menudo no saben cuáles son las políticas», y recordó que muchos optan por el Reino Unido porque hablan inglés, tienen familiares en el país o han visto rechazadas sus solicitudes en otros Estados europeos.
Una parte del laborismo critica la reforma migratoria, inspirada en el modelo danés, por reproducir «argumentos propios de la extrema derecha»
Mahmood declaró que su misión consiste en demostrar que la reforma «puede funcionar» y en persuadir al país y al Parlamento de que el replanteamiento profundo del sistema migratorio es necesario en un contexto marcado por un aumento de llegadas irregulares, un deterioro del clima social y un debate que atraviesa no solo al Reino Unido sino a toda Europa.
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