El Gobierno búlgaro dimite en bloque tras semanas de protestas
La crisis económica y la corrupción ahondan la división política a menos de un mes de que el país más pobre de la UE acceda a la eurozona
El Gobierno de Bulgaria no llevaba ni un año en el poder y, este jueves, después de semanas de manifestaciones propiciadas por las dificultades económicas ... del país y la percepción ciudadana de que los líderes no combaten la corrupción, sus miembros decidieron dimitir en bloque.
Apenas faltaban unos minutos para que el Parlamento votase una moción de censura cuando el primer ministro, Rosen Zhelyazkov, anunció por televisión la medida. «Nuestra coalición se ha reunido, hemos discutimos la situación actual, así como los desafíos que enfrentamos y las decisiones que debemos tomar responsablemente», argumentó, señalando que la de los búlgaros «no es una protesta social sino una protesta por valores y contra la vanidad y la arrogancia».
La disolución del Ejecutivo cuando quedan solo tres semanas para que, el 1 de enero, Bulgaria se una a la eurozona, ahonda la crisis política que ya sufría el país más pobre y corrupto de la Unión Europea, que ha celebrado siete elecciones nacionales en solo cuatro años.
Zhelyazkov había tratado de calmar los ánimos de la calle con la retirada de los presupuestos para 2026, los primeros diseñados en euros, pero no ha sido suficiente. Ahora, esta dimisión, en palabras del opositor Asen Vassilev, líder del partido Continuar el Cambio-Bulgaria Democrática, «es el primer paso para que Bulgaria se convierta en un país europeo normal». El segundo será la convocatoria de una nueva cita electoral. Hasta entonces, el presidente Rumen Radev tendrá que nombrar un gabinete interino.
La chispa: más impuestos
Las protestas comenzaron a fines de noviembre cuando el Ejecutivo de Zhelyazkov, compuesto por tres partidos, propuso un proyecto de presupuesto que incluía un aumento en las contribuciones a la seguridad social e impuestos sobre los dividendos para financiar un mayor gasto estatal.
Parte de ese gasto se destinó a la Policía, los servicios de seguridad y el poder judicial, los mismos organismos que muchos búlgaros han llegado a despreciar con el paso de los años. En cualquier caso, muchos ya estaban molestos por otras acciones del Gobierno, incluida una supuesta represión a la oposición liberal y pro-UE que llevó a Blagomir Kotsev, alcalde de la localidad costera de Varna, a ser encarcelado durante meses por acusaciones de corrupción, lo que él niega rotundamente.
Las protestas aumentaron y el miércoles decenas de miles de personas estaban en las calles de ciudades y pueblos de toda Bulgaria pidiendo la dimisión del Ejecutivo. Representaron algunas de las mayores reuniones antigubernamentales desde el fin del comunismo en 1989 y al final han logrado su objetivo.
«La gente se da cuenta de que su voluntad, cuando la expresa, importa», afirmó Vessela Tcherneva, subdirectora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en Sofía. «El próximo Gobierno será más consciente y deberá rendir cuentas».
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